Este miércoles 21 de agosto, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín presentaron detalles de la ampliación del proyecto del Túnel de Oriente. Este túnel ha permitido una conexión más rápida entre el Valle de Aburrá y el Valle de San Nicolás. La presentación contó con la presencia de figuras clave como el alcalde Federico Gutiérrez, el gobernador Andrés Julián Rendón, y los presidentes de Argos y Odinsa, Jorge Mario Velásquez y Mauricio Ossa, respectivamente.
El alcalde Federico Gutiérrez había generado expectativa con su mensaje en redes sociales. “Progreso para Antioquia y para Colombia. La unión de voluntades entre lo público y lo privado, da buenos resultados. El proyecto de ampliación del Túnel de Oriente está en marcha”, escribió el mandatario distrital horas antes de la presentación del evento. Este mensaje subraya la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo de infraestructuras vitales.
Durante la presentación, el gobernador Andrés Julián Rendón no evitó hacer referencia a algunas expresiones del presidente Gustavo Petro. Petro había señalado que las vías 4G en Antioquia están pensadas y hechas para los ricos del departamento. Sin embargo, Rendón defendió la importancia de estas obras para el desarrollo regional. La segunda etapa del Túnel de Oriente es uno de los proyectos clave para 2024 de Odinsa, la empresa de concesiones del Grupo Argos. La concesión tiene recursos disponibles para el avance de las obras hasta el momento, pero se está gestionando con la banca un crédito grande para iniciar los otros frentes del proyecto. Se espera, según el cronograma, que comiencen en 60 días, de forma gradual.
Entre algunos detalles que se entregaron esta mañana están que el intercambio en la primera glorieta del aeropuerto ya va en un 36% de ejecución. Se espera, si se sigue con ese ritmo de obra, que se entregue completa en aproximadamente un año y medio. Además, se tiene previsto terminar el viaducto elevado que conecta Medellín al aeropuerto José María Córdova. Este viaducto tiene el fin de sacar el flujo de la glorieta y conectar en un carril el flujo de Guarne al Tablazo. La idea es afectar el tráfico lo menos posible, como hasta ahora se ha logrado.
Antioquia se está transformando de ser la capital de la montaña a una región tunelera. Se estrenarán 45 túneles en total. Dos de los frentes más sensibles de la obra son la excavación del túnel seminario, de 780 metros, y la construcción de los viaductos y las vías a cielo abierto. La excavación del túnel seminario debe hacerse con mucho cuidado y cautela porque tiene el otro túnel al lado. Para todo esto, afirmaron en la presentación, ya cuentan con las licencias ambientales y se tienen casi todos los predios comprados. La meta es entregar el proyecto funcional en por lo menos tres años y medio.
Asimismo, se dijo que esta obra es sostenible y no representa mayores efectos ambientales. Se hará bajo la misma filosofía de carbono neutral de la primera etapa. Tiene una tecnología de inyección y control de agua que permite reutilizar el líquido. También se harán construcciones con material reciclado de excavaciones. Este enfoque sostenible es crucial en un momento en que la conciencia ambiental es más importante que nunca.
El Túnel de Oriente ha logrado lo que prometió: reducir el recorrido entre el kilómetro cuatro de Las Palmas y la glorieta de Sajonia. Esto ha permitido tener una conexión rápida entre los valles de Aburrá y de San Nicolás. Esta apuesta se gestó hace medio siglo, se aterrizó en un contrato hace 22 años, se empezó a construir en 2015 y se inauguró oficialmente en 2019. La obra fue construida por la concesión vial Túnel de Oriente, compuesta por 74 empresas, entre otras, AIA arquitectos, El Cóndor, Topco, Coninsa Ramón H y Estyma. La conexión tiene 24 km y costó $1 billón. Comienza en Medellín, en el sector Baltimore, en Las Palmas. Hasta el momento, por el Túnel de Oriente se han movilizado 32 millones de vehículos.
Este proyecto no solo mejora la conectividad, sino que también impulsa el desarrollo económico y social de la región. La ampliación del Túnel de Oriente es un ejemplo de cómo la infraestructura puede transformar una región. La colaboración entre el sector público y privado es esencial para llevar a cabo proyectos de esta magnitud. La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son aspectos fundamentales que no se pueden ignorar. La meta es clara: entregar un proyecto funcional y sostenible en los próximos años.
