En el vibrante encuentro de la Copa Libertadores 2024, que enfrentó a Millonarios FC contra el Club Deportivo Palestino, el resultado final de 1-1 dejó a los Embajadores sin posibilidades de avanzar a los octavos de final. Este partido, disputado en el estadio Nemesio Camacho El Campín en Bogotá, Colombia, no solo fue el escenario de un emocionante duelo futbolístico sino también el centro de una controversia que podría tener serias repercusiones para el equipo local.
Durante el evento, se desplegaron expresiones políticas pro-palestinas, incluyendo una gigantesca bandera de Palestina con la frase “Alto al Genocidio” en el puente peatonal del costado sur de la estación de Transmilenio, acto que fue solicitado por el presidente Gustavo Petro. Aunque la intención era desplegarla sobre una de las tribunas del estadio, el reglamento de la Conmebol prohíbe cualquier tipo de expresión política en sus eventos, lo que pone a Millonarios en riesgo de enfrentar sanciones significativas.
El Código Disciplinario de la Conmebol, en su numeral 2 del Artículo 12, establece claramente que las asociaciones miembro y los clubes pueden ser sancionados por comportamientos inapropiados de sus aficionados, incluyendo el uso de gestos, palabras, cánticos, objetos u otros medios para transmitir mensajes no apropiados, especialmente si son de naturaleza política. Además, se enfatiza que los clubes son responsables no solo de lo que sucede dentro del estadio sino también en sus inmediaciones.
La posible sanción a Millonarios por estos actos pro-palestina durante el partido podría traducirse en una multa millonaria, que sería descontada del premio económico por los derechos de televisión que le corresponden al equipo. Según el reglamento, cualquier club cuyos aficionados insulten o atenten contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, será sancionado con una multa de al menos 100,000 dólares americanos, y en caso de reincidencia, la multa podría ascender a 400,000 dólares americanos.
Este incidente no solo pone de manifiesto la tensión entre la libertad de expresión y las regulaciones deportivas sino también el impacto financiero que las sanciones pueden tener en los clubes involucrados. Millonarios FC, un equipo con una rica historia en el fútbol colombiano y continental, enfrenta ahora un desafío fuera del campo que podría afectar su estabilidad económica y reputación.
El próximo y último partido de Millonarios en la Copa Libertadores 2024 será contra Flamengo en Río de Janeiro, un encuentro que se llevará a cabo en el mítico estadio Maracaná. Aunque los Embajadores ya están fuera de la competencia para avanzar a la siguiente fase, este partido representa una oportunidad para cerrar su participación en el torneo con dignidad y demostrar su calidad futbolística ante uno de los equipos más fuertes de Sudamérica.
La alineación de ambos equipos en el partido contra Palestino reflejó la calidad y el compromiso de los jugadores y los cuerpos técnicos liderados por Alberto Gamero y Pablo Vitamina Sánchez, respectivamente. A pesar del empate, el desempeño en el campo fue una muestra del talento y la pasión que caracterizan al fútbol sudamericano.
Este incidente sirve como un recordatorio de la importancia de adherirse a las regulaciones establecidas por las autoridades deportivas, al tiempo que plantea preguntas sobre cómo equilibrar la expresión de identidades y causas políticas en el contexto de eventos deportivos globales. La respuesta de la Conmebol a este incidente será observada de cerca, ya que podría sentar un precedente en cómo se manejan situaciones similares en el futuro.
