El reciente cruce de mensajes en la red social X, antes conocida como Twitter, entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha generado un debate intenso sobre la venta de las acciones que Empresas Públicas de Medellín (EPM) posee en la empresa UNE Tigo. La Comisión Primera del Concejo de Medellín dio su visto bueno a esta venta, lo que provocó una reacción inmediata del presidente Petro.
Petro criticó la decisión, argumentando que se trata de un proceso de disolución de la propiedad pública en el sector de las telecomunicaciones. Según él, esto es parte de un proyecto político del uribismo que busca eliminar la participación del sector público en las telecomunicaciones, acercando al país a un monopolio privado. En su cuenta en X, Petro expresó: “Estamos en un proceso de disolución de la propiedad pública de las empresas públicas de telecomunicación que terminará en la vieja Telecom. El proyecto político del uribismo comenzó y terminó la tarea de sacar el sector público de las telecomunicaciones acercándonos a un monopolio privado”.
La respuesta de Federico Gutiérrez no se hizo esperar. El alcalde de Medellín defendió la propuesta de venta, argumentando que busca proteger el patrimonio de EPM. Gutiérrez aprovechó la ocasión para recordar los escándalos de corrupción durante la administración del exalcalde Daniel Quintero, un aliado de Petro. Según Gutiérrez, Petro ha guardado silencio sobre estos escándalos. En su mensaje, Gutiérrez escribió: “La industria de las telecomunicaciones requiere una alta inversión de capital que implicaría que EPM pusiera en riesgo su estabilidad o se diluyera, como pasó en 2023 cuando se dio capitalizar en $300 mil millones. Durante 2020-2023 UNE presentó una pérdida acumulada por $2.3 billones, y solo en el año 2023 hubo un deterioro por $1.1 billones de pesos. Esto ocurrió en el momento en el que en Medellín mal gobernaba su gran aliado y socio. Sí, el que se robó y los que robaron a Medellín. En ese momento usted guardó silencio y sigue guardando silencio frente a los graves escándalos de corrupción que ellos protagonizaron. Incluso, casualmente, usted los tiene nombrados en altos cargos de su gobierno”.
Gutiérrez también mencionó el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), donde el exdirector Olmedo López y el exsubdirector de Manejo de Desastres Snyder Pinilla son acusados de direccionar la compra de carrotanques para apoderarse de millonarios recursos. Gutiérrez afirmó: “No existe peor forma de diluir el patrimonio público que la corrupción. Un buen ejemplo es lo que ocurrió, ha ocurrido en su gobierno, en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Esa sí que es la peor forma de diluir el patrimonio público”.
El alcalde de Medellín comenzó su comunicación pidiéndole a Petro que no atacara a los antioqueños y que se refiriera a la propuesta de enajenación de las acciones de EPM en UNE Tigo de manera constructiva. Gutiérrez escribió: “Presidente Petro, buenas tardes. Qué bueno sería que cuando apareciera para hablar de Antioquia y de Medellín, fuera para algo bueno y no sólo para atacarnos”.
El proyecto de venta de las acciones de EPM en UNE Tigo debe ahora ser debatido por la plenaria del Concejo de Medellín, donde Gutiérrez cuenta con las mayorías. La discusión promete ser intensa, ya que ambos líderes tienen visiones opuestas sobre el futuro de las telecomunicaciones y la gestión del patrimonio público.
Este enfrentamiento en redes sociales refleja las profundas divisiones políticas en Colombia y la complejidad de gestionar empresas públicas en un entorno de alta competencia y necesidad de inversión. La venta de las acciones de EPM en UNE Tigo no solo es una decisión económica, sino también un tema cargado de implicaciones políticas y sociales.
La narrativa de Petro se centra en la defensa del sector público y la crítica a lo que él percibe como un desmantelamiento de las empresas públicas en favor de intereses privados. Por otro lado, Gutiérrez argumenta que la venta es necesaria para proteger el patrimonio de EPM y evitar mayores pérdidas financieras, al tiempo que critica la falta de acción de Petro frente a la corrupción en su administración.
Ambas posturas tienen sus méritos y desafíos. La defensa del sector público es crucial para garantizar servicios accesibles y de calidad para todos los ciudadanos. Sin embargo, la realidad financiera de EPM y las pérdidas acumuladas por UNE Tigo plantean preguntas sobre la viabilidad de mantener estas inversiones sin poner en riesgo la estabilidad de la empresa.
La corrupción es otro tema central en este debate. Gutiérrez señala que la corrupción diluye el patrimonio público de manera más efectiva que cualquier venta de acciones. Este argumento resuena en un país donde la corrupción ha sido un problema persistente y donde la confianza en las instituciones públicas es baja.
La discusión sobre la venta de las acciones de EPM en UNE Tigo es un microcosmos de los desafíos más amplios que enfrenta Colombia. La necesidad de equilibrar la gestión eficiente de los recursos públicos con la lucha contra la corrupción y la defensa del sector público es una tarea compleja. Las decisiones que se tomen en este caso tendrán repercusiones significativas no solo para Medellín, sino para todo el país.
En última instancia, el debate entre Petro y Gutiérrez subraya la importancia de la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana en la toma de decisiones. La venta de las acciones de EPM en UNE Tigo es un tema que debe ser discutido con rigor y responsabilidad, considerando todas las implicaciones económicas, políticas y sociales.