El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha condenado enérgicamente los recientes actos de violencia en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. Estos ataques, perpetrados por disidencias de las Farc, han generado una profunda preocupación en la entidad. En su pronunciamiento, el ICBF subrayó la urgente necesidad de dejar a la niñez y a la adolescencia fuera del conflicto. Los ataques terroristas indiscriminados hacia la población civil representan una clara violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
En medio de estos ataques, los menores también han sido víctimas. En Jamundí (Valle), tres adolescentes resultaron lesionados, y en el municipio de Miranda (Cauca), un niño falleció. Estos incidentes han llevado al ICBF a tomar medidas drásticas. La entidad suspendió su atención a la primera infancia en los corregimientos de Robles y Potrerito en Jamundí, con el objetivo de preservar la seguridad de los pequeños.
El ICBF ha brindado acompañamiento psicosocial a los familiares del niño fallecido y a los adolescentes lesionados. Se ha realizado la verificación de sus derechos, asegurando que reciban el apoyo necesario en estos momentos difíciles. La entidad ha hecho un llamado a los grupos armados para que no pasen por alto el impacto de sus acciones en los niños. Es imperativo que respeten el DIH y no recluten a menores.
Además, el ICBF ha exhortado a las organizaciones al margen de la ley a no impedir la asistencia humanitaria. Es crucial que no atenten contra escuelas, hospitales u otros complejos que representen espacios seguros para los niños, niñas y adolescentes. La protección de estos espacios es fundamental para garantizar el bienestar y desarrollo de los menores.
El Ministerio de Educación también se ha pronunciado al respecto. Ha pedido a los actores armados que cesen los ataques, el reclutamiento y la instrumentalización de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Asimismo, ha instado a respetar la neutralidad de los entornos escolares. La educación es un derecho fundamental y debe ser protegida en todo momento.
La situación en Cauca y Valle del Cauca es alarmante. La violencia no solo afecta a los adultos, sino que tiene un impacto devastador en los menores. Es crucial que se tomen medidas para proteger a los niños y adolescentes de los efectos del conflicto. Las entidades gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil deben trabajar juntas para garantizar la seguridad y el bienestar de los menores.
El ICBF ha reiterado la importancia de mantener a los niños y adolescentes fuera del conflicto. Los ataques indiscriminados y el reclutamiento de menores son inaceptables y deben ser condenados enérgicamente. La comunidad internacional también debe prestar atención a esta situación y apoyar los esfuerzos para proteger a los menores en Colombia.
