𝗪𝗜𝗟𝗦𝗢𝗡 𝗦𝗨𝗔𝗭𝗔 @Wilson_Suaza_ Twitter
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En el corazón de la academia, donde el conocimiento y el respeto deberían ser los pilares fundamentales, se ha desatado una tormenta que ha sacudido los cimientos de la Corporación Universitaria de Colombia. Carlos Moreno de Caro, excongresista y cofundador de la institución, se encuentra en el ojo del huracán tras ser acusado de acoso laboral por parte de sus funcionarias. Estas denuncias no solo han manchado su reputación, sino que han provocado una reacción contundente por parte de la universidad, que ha decidido cortar todo vínculo con él.

El martes 9 de enero, la institución emitió un comunicado en el que se distancia de las acciones de Moreno de Caro, rechazando de manera categórica su comportamiento y subrayando que tales prácticas no reflejan los valores que la universidad promueve. Este comunicado es un claro indicativo de la seriedad con la que la institución toma las acusaciones y su compromiso con una cultura de respeto.

La universidad ha recordado que, desde su fundación hace 13 años, ha sido un bastión del respeto y la integridad. La actuación de Moreno de Caro, según el comunicado, no solo es ajena a la cultura corporativa, sino que también va en contra de los principios y la filosofía que guían a directivos, empleados y estudiantes.

Ante la emergencia de la situación, la universidad ha activado todos los protocolos pertinentes para asegurar que las víctimas sean escuchadas y sus derechos respetados. Se ha puesto especial énfasis en la importancia de que puedan presentar sus denuncias sin temor a represalias y en la necesidad de prevenir la repetición de tales incidentes.

A pesar de que Moreno de Caro no ha tenido un rol activo en la institución desde 2017, el Consejo Directivo ha tomado la decisión de suspender cualquier relación con él, demostrando así su compromiso con la justicia y la integridad.

La universidad también ha hecho un llamado a las autoridades para que realicen las investigaciones necesarias y tomen medidas para prevenir que incidentes similares ocurran en el futuro. Este es un paso crucial para garantizar que el ambiente académico sea seguro y propicio para todos.

El caso salió a la luz cuando Noticias Caracol divulgó un video en el que se ve a Moreno de Caro maltratando a sus empleadas. En una de las escenas, se observa cómo impide la salida de María Fernanda Ríos, asistente administrativa de la institución, quien relató haber sufrido un ataque de pánico durante el incidente.

Leidy Tatiana Martínez, compañera de Ríos y asesora de Call Center, también ha sido víctima de la conducta de Moreno de Caro. Martínez ha denunciado haber sido suspendida y ha presentado una queja formal ante el Ministerio de Trabajo, detallando el trato vejatorio y discriminatorio que han sufrido por parte del excongresista.

En el video difundido, se escucha a Moreno de Caro lanzar insultos y comentarios despectivos hacia sus empleadas, una conducta que ha generado indignación y repudio. El Ministerio de Trabajo ha anunciado que abrirá una investigación a la Institución Universitaria de Colombia, lo que podría llevar a consecuencias legales para el excongresista.

Este caso pone de manifiesto la importancia de mantener un ambiente laboral libre de acoso y discriminación, y la responsabilidad que tienen las instituciones de actuar con rapidez y firmeza ante tales denuncias. La respuesta de la Corporación Universitaria de Colombia es un ejemplo de cómo las organizaciones deben proteger a sus miembros y preservar los valores que promueven. La comunidad académica y la sociedad en general estarán atentas al desarrollo de este caso y a las medidas que se tomarán para asegurar que la justicia prevalezca.

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