En una noche que prometía ser inolvidable, la emblemática banda británica The Cure hizo vibrar los corazones de miles de seguidores en la capital colombiana, marcando su regreso triunfal después de una década desde su primer y memorable concierto en el país. Aquella primera vez, en 2013, también formó parte de una gira que los llevó a recorrer varios rincones de Latinoamérica, eligiendo como escenario el icónico parque Simón Bolívar. Esta vez, la historia no fue diferente en cuanto a la pasión y la entrega, pero sí en la magnitud del evento, pues se logró un lleno total, con la boletería completamente agotada, y se espera que más de 12 mil almas hayan cerrado la noche al ritmo de clásicos que han trascendido generaciones.
La banda, que vio la luz en 1976 en la pequeña localidad de Crawley, comenzó su andadura musical bajo el nombre de Easy Cure, un nombre que pronto cambiaría para convertirse en el icónico The Cure. Desde sus inicios, Robert Smith, el carismático líder y guitarra solista, ha sido el alma de la agrupación, guiándola a través de los altibajos de la industria musical. Con éxitos como “A Forest”, “Close To Me”, “Lovesong”, “Lullaby” y “Boys Don’t Cry”, The Cure no solo ha dejado una huella indeleble en el rock, sino que también ha sido reconocido en la esfera global con nominaciones al Grammy en 1994 y 2001 en la categoría de mejor disco de música alternativa. Además, su impacto se refleja en las impresionantes cifras de ventas, con alrededor de 30 millones de discos vendidos entre 1987 y 2004.
La expectativa por el concierto en Colombia era tal que, con todos los tiquetes vendidos, algunos fans desesperados por no perderse la oportunidad de ver a sus ídolos en vivo recurrieron a revendedores. Lamentablemente, esta decisión llevó a varios de ellos a ser víctimas de estafas, un hecho que se ha denunciado ampliamente en redes sociales. Personas inescrupulosas se aprovecharon de la situación, recibiendo dinero por boletas que nunca entregaron. Este suceso ha generado una ola de indignación y ha puesto en evidencia la necesidad de medidas más estrictas en la venta y distribución de entradas para eventos de gran magnitud.
Ante esta problemática, los organizadores del evento han hecho un llamado a la prudencia, instando a los asistentes a adquirir sus entradas únicamente en puntos de venta autorizados. Esta recomendación no solo busca proteger el bolsillo de los consumidores, sino también garantizar la seguridad y la autenticidad de la experiencia. La música de The Cure, con su capacidad de unir y emocionar, merece ser disfrutada sin el amargo sabor de la decepción o el fraude.
La noche del concierto, entonces, se convirtió en un crisol de emociones. Por un lado, la euforia de aquellos que, con boleto en mano, se preparaban para sumergirse en la atmósfera única que solo una banda como The Cure puede crear. Por otro, la frustración y la tristeza de aquellos que, engañados y sin entrada, se vieron forzados a vivir la experiencia desde la periferia. Sin embargo, el espíritu de la música, ese lenguaje universal que trasciende las barreras y une a las personas, se mantuvo intacto, recordándonos que, a pesar de los obstáculos, el arte siempre encuentra la manera de tocar nuestras almas.
