serviciogeologicocolombiano - @serviciogeologicocolombiano Instagram
serviciogeologicocolombiano – @serviciogeologicocolombiano Instagram

En la madrugada del 28 de febrero de 2024, los habitantes de Bello y del Valle de Aburrá, en Antioquia, Colombia, experimentaron un fenómeno que los dejó perplejos y temerosos. Un temblor de magnitud 4, con una profundidad superficial menor de 30 kilómetros, sacudió la región. Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue solo la intensidad del sismo, sino un extraño ruido que precedió al movimiento telúrico. Este sonido, descrito por muchos como una explosión o el rugido de la tierra, generó una ola de comentarios y preguntas en redes sociales. Personas alarmadas compartieron sus experiencias, comparando el ruido con el sonido de un trueno o el paso de un metro por un viaducto. La comunidad científica tiene explicaciones para este fenómeno, que aunque no es común, tampoco es desconocido.

El origen del misterioso ruido se encuentra en la liberación de energía acumulada entre las placas tectónicas. Este proceso genera ondas sísmicas que se propagan tanto por el interior como por la superficie de la tierra. Sin embargo, antes de que estas ondas sísmicas causen el movimiento del suelo perceptible como un temblor, se producen ondas sonoras debido a la fractura de las rocas en el foco del terremoto. Estas ondas sonoras, específicamente las ondas P, pueden tener una frecuencia audible para el ser humano, oscilando entre 20 y 20.000 Hertz. Es esta característica la que permite que algunas personas puedan escuchar un estruendo similar al de un tren o una explosión justo antes de sentir el temblor.

Las ondas P, siendo las más rápidas, llegan primero a la superficie, seguidas por las ondas S, que aunque más lentas, son las responsables del mayor desplazamiento del suelo durante un sismo. La diferencia en la velocidad de propagación entre estas dos tipos de ondas explica por qué el ruido precede al movimiento sísmico. Este fenómeno, aunque puede ser alarmante, ofrece una fascinante visión de la complejidad de los procesos geológicos que ocurren bajo nuestros pies.

La experiencia vivida por los habitantes de Bello y del Valle de Aburrá resalta la importancia de la educación y la preparación ante eventos sísmicos. Aunque el temblor de magnitud 4 no causó daños significativos, los comentarios de los ciudadanos reflejan un temor comprensible ante la posibilidad de sismos de mayor magnitud. La referencia a una advertencia previa sobre cómo Medellín podría no soportar un sismo cercano a los 6 de magnitud subraya la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y las construcciones para resistir tales eventos.

La preparación ante sismos es crucial, especialmente en regiones con historial de actividad sísmica. La educación sobre cómo actuar antes, durante y después de un temblor puede salvar vidas y minimizar los daños. Además, el entendimiento de los fenómenos precursores, como el ruido extraño escuchado por los habitantes de Antioquia, puede ayudar a mitigar el pánico y a fomentar una respuesta más calmada y organizada ante estos eventos naturales.

Comentarios
You May Also Like

Incendios en Colombia: El frailejón y la crisis ambiental

Los incendios en el páramo de Berlín amenazan los frailejones y la seguridad hídrica de Colombia, exigiendo acciones urgentes de conservación.

Quién era Luis Alfredo Garavito: La Bestia de la historia criminal de Colombia

Luis Alfredo Garavito, conocido como ‘La Bestia’, es recordado como un pederasta y asesino en serie de niños en Colombia. Fue condenado a 1853 años de cárcel, la condena más alta registrada en el país.