En un giro preocupante de los acontecimientos, Cielo Rusinque Urrego, la recién nombrada superintendente de Industria y Comercio, ha sacado a la luz una serie de incidentes que han puesto en jaque su seguridad personal y la de su familia. A través de una serie de publicaciones en sus redes sociales, Rusinque Urrego ha denunciado lo que describe como actos de hostigamiento y vigilancia por parte de individuos que se identificaron como miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación. Este asunto no solo plantea serias preguntas sobre la seguridad de los funcionarios públicos en Colombia, sino que también arroja dudas sobre la conducta de algunas de las instituciones más importantes del país.
El 21 de noviembre de 2023, según Rusinque, tres hombres armados y en una camioneta blanca, se presentaron en su residencia, identificándose como miembros del CTI. Su comportamiento, descrito como sospechoso por el portero del edificio, incluyó preguntas detalladas sobre la seguridad del edificio y la toma de fotografías de áreas específicas. Al día siguiente, Rusinque presentó un derecho de petición ante la Fiscalía General de la Nación, solicitando claridad sobre si la visita formaba parte de una investigación oficial. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la respuesta de la Fiscalía ha sido, hasta el momento, insuficiente, dejando a Rusinque y a su familia en un estado de incertidumbre y temor.
Este incidente se complica aún más con la aparición de un dron frente a la ventana del hijo menor de Rusinque el 27 de enero, un acto que ella interpreta como una continuación de la vigilancia y el hostigamiento hacia su familia. A pesar de presentar una ampliación de la denuncia, la Fiscalía aún no ha proporcionado una explicación satisfactoria, ni ha confirmado si estos actos forman parte de una diligencia oficial.
La situación de Rusinque no es un caso aislado, sino que se inscribe en un contexto más amplio de preocupaciones sobre la seguridad de los funcionarios públicos en Colombia y sobre la transparencia y responsabilidad de sus instituciones. La falta de una respuesta clara y oportuna por parte de la Fiscalía no solo afecta la seguridad personal de Rusinque y su familia, sino que también plantea preguntas sobre la capacidad de la institución para brindar garantías a todos los ciudadanos.
La denuncia de Rusinque ha resonado en el ámbito público, especialmente después de que se hiciera viral el hashtag #LaConjuraEnTiemposDeBarbosa, en referencia a una columna de opinión que critica la gestión actual de la Fiscalía. Este movimiento en las redes sociales refleja una creciente demanda ciudadana por una Fiscalía que actúe de manera justa, transparente y que brinde seguridad a todos los colombianos, sin importar su posición o afiliación política.
La respuesta de la Fiscalía General de la Nación, que hasta el momento ha sido escasa, es esperada con ansias no solo por Rusinque, sino por una sociedad que busca respuestas y garantías. La seguridad de los funcionarios públicos y la confianza en las instituciones del Estado son pilares fundamentales de la democracia y el estado de derecho. Es imperativo que la Fiscalía actúe de manera rápida y decisiva para esclarecer estos hechos y asegurar que todos los ciudadanos, incluidos los funcionarios públicos como Cielo Rusinque, puedan desempeñar sus roles sin temor a represalias o intimidación.
