Los colombianos han comenzado a acostumbrarse a un dólar que, aunque sigue siendo alto, ha experimentado una disminución en su valor. Los mercados no habían visto una tarifa como esta desde el segundo semestre de 2022, cuando el temido umbral de los 5.000 pesos fue rápidamente alcanzado. Según el último informe de la Bolsa de Valores de Colombia, el costo de la divisa cerró en 4.164 pesos, sorprendentemente idéntico a la Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada por la Superintendencia Financiera para ese mismo día.

Aunque el precio del dólar en Colombia no descendió y cerró por primera vez en meses al mismo nivel que la TRM, una fuerte polémica ha surgido en el país en relación con los anuncios del Gobierno Petro que, al parecer, no han tenido efecto alguno sobre el valor de la moneda norteamericana. La polémica se debe al aumento en los precios del galón de gasolina y en las tarifas del servicio de energía eléctrica, que han experimentado cambios significativos al alza durante los últimos meses de 2022 y comienzos de este año. Lo preocupante para algunos sectores es que el propio presidente Gustavo Petro ha indicado que los precios de la gasolina en Colombia seguirán aumentando.

La discusión va más allá del porqué del incremento mensual en el precio de la gasolina y, según lo ha explicado en diferentes oportunidades el Ministerio de Hacienda, encabezado primero por el exministro José Antonio Ocampo y ahora por el ministro Ricardo Bonilla, se trata de tapar el hueco fiscal de 50 billones de pesos del Fondo de Estabilización de Precios a los Combustibles (FEPC), que permitía que un colombiano pagara menos por el galón de gasolina en comparación con lo que se cobra a nivel internacional. “Financiar ese dinero con el presupuesto implica quitarle recursos a la política social, por eso tenemos que tomar la medida dolorosa de subir los precios de gasolina”, explicó el ministro, agregando que esta política se mantendrá durante cinco meses más.

En el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) fijado por el Ministerio de Hacienda se explicó que el hueco del FEPC fue de 11,4 billones de pesos, de los cuales 5,6 billones correspondieron a ACPM y 85,8 billones a gasolina. Ese dinero tuvo que ser pagado en 2022, año en el que el déficit subió a 36,7 billones pagaderos en 2023. La meta es que, con el aumento de precios, ese hueco baje a 17,8 billones este año que se pagarán en 2024, año en el que ya habría superávit por el lado de la gasolina y déficit en el del ACPM.

Por otro lado, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, también confirmó que las tarifas de energía eléctrica subirán para los estratos 1, 2 y 3 debido al fenómeno de El Niño. El Gobierno afirmó estar preparado para afrontar las consecuencias del fenómeno climático y la escasez de lluvias para llenar los embalses. Sin embargo, la ministra señaló que hay una restricción presupuestal que solo permite cubrir los subsidios para los estratos más bajos de energía eléctrica y gas hasta la mitad del año, por lo que se solicitó una adición presupuestal para ampliar la disposición presupuestal y cubrir lo que queda del año. De no conseguirse, los colombianos con menos recursos tendrán que pagar recibos de luz más costosos. La ministra también alertó sobre el posible riesgo energético en la región Caribe, donde cinco comercializadoras de energía están en peligro de quiebra. Los departamentos más afectados por el incremento en las tarifas de la energía serían Putumayo, Huila y Cauca.

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