El paro minero, que ya alcanza su quinto día, ha generado una creciente preocupación entre los gremios y comunidades afectadas. La raíz del conflicto se encuentra en las disposiciones del Gobierno Nacional para proteger los páramos. Estas medidas han establecido una delimitación que, según muchos, incluidos los campesinos, impide continuar con sus actividades productivas. Esta situación ha desencadenado una serie de problemas económicos y de suministro en las regiones afectadas.
El bloqueo ha interrumpido el transporte de productos agrícolas, lo que ha provocado un aumento significativo en los precios de alimentos esenciales. Las gobernaciones han reportado que productos como la cebolla y la papa han experimentado incrementos de más del 30 %. En regiones como Santander y Boyacá, los aumentos han alcanzado hasta un 60 % en algunos casos, afectando gravemente a los consumidores.
El sector avícola también ha expresado su preocupación por los sobrecostos y las dificultades de distribución. Martha Ruth Velásquez, directora ejecutiva de la Federación de Avicultores de Colombia (Fenavi) en Santander, ha hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional y a los organizadores del paro campesino. “La situación está generando consecuencias graves en la entrega del producto final a los consumidores”, afirmó Velásquez en una entrevista con Blu Radio. Santander es responsable del 25 % del pollo y el 23 % del huevo distribuidos a nivel nacional. Los sobrecostos en el transporte, debido a la necesidad de tomar rutas alternas, han alcanzado los $350.000 por viaje hacia Bogotá. Velásquez advirtió que es insostenible mantener la operación, asegurar el empleo y cumplir con la demanda bajo estas condiciones.
Alfonso Peñalosa, coordinador de Centro Abastos en Santander, confirmó que las toneladas de productos represados están impactando las principales centrales de abastos. El precio de la zanahoria se ha duplicado, el pimentón ha subido de $4.000 a $7.000 por kilo, y productos como el cilantro y la cebolla roja también han registrado aumentos significativos.
El panorama general de los precios y los alimentos es alarmante. En Boyacá, 400.000 litros de leche permanecen represados en municipios como Belén, Firavitoba e Iza. Los precios de los alimentos han aumentado un 30 %, y 400 toneladas de alimentos están paralizadas. Además, 45.000 pasajeros se han visto afectados, y 210 toneladas de basura no han sido recolectadas.
El desabastecimiento de gasolina es otro problema que podría empeorar si continúan los bloqueos. Esto afectaría el transporte de mercancías y servicios esenciales, agravando aún más la situación.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, informó que se están llevando a cabo diálogos con los representantes del paro, especialmente en el bajo Cauca. Este viernes se espera una nueva reunión con la esperanza de llegar a acuerdos que permitan levantar las manifestaciones.
La situación actual requiere una solución urgente y efectiva. Los diálogos entre el Gobierno y los representantes del paro son cruciales para encontrar un camino que permita proteger los páramos sin perjudicar las actividades productivas de las comunidades. La colaboración y el entendimiento mutuo son esenciales para superar esta crisis y evitar un impacto económico y social aún mayor.