El naufragio de un velero de lujo frente a las costas de Palermo ha dejado un saldo trágico: un muerto y seis desaparecidos. La embarcación, de 50 metros de eslora, se hundió en la madrugada, alrededor de las 05:00, hora local, en el tramo de mar situado frente a Porticello, en la provincia de Palermo. A bordo del velero viajaban 22 personas, de las cuales 15 fueron rescatadas por patrulleras de los guardacostas y los bomberos. Sin embargo, un ciudadano falleció ahogado y seis más permanecen desaparecidos.
El mal tiempo fue un factor determinante en el hundimiento del velero. Según los testigos, la embarcación permanecía anclada a poca distancia del puerto de Porticello cuando un tornado azotó la zona. En su intento de regresar al puerto, el fuerte viento rompió el gran mástil del velero, provocando su desequilibrio y posterior naufragio. En el momento del accidente, otro velero en la rada trató de socorrer a los náufragos del Bayesian. “La embarcación estaba completamente iluminada”, señaló un ciudadano de Porticello. “Sin embargo, hacia las 04:30 ya no había luz. Era un velero precioso en el que se había celebrado una fiesta. Así, un día festivo y alegre en el mar se convirtió en una tragedia”.
Los buzos del cuerpo de Bomberos se han sumergido para alcanzar el casco de la embarcación, que permanece hundida a 49 metros de profundidad, a menos de un kilómetro de la costa. A bordo del velero, de pabellón británico, había ciudadanos del Reino Unido, en su mayoría, así como un neozelandés, un canadiense, un ciudadano de Sri Lanka, dos personas con nacionalidad francesa e inglesa y un irlandés. Los buzos y los oficiales de la Capitanía Marítima del puerto rescataron a un niño de apenas un año de edad, quien fue trasladado al Hospital Infantil de Palermo. Entretanto, continúa la búsqueda de los desaparecidos.
En las próximas horas, se tomará declaración a los quince supervivientes, entre ellos el capitán de la embarcación, quien logró salvarse. Es probable que las seis personas que permanecen desaparecidas se encontraran en los camarotes en el momento del naufragio y quedaran atrapadas en su interior. El velero, que se encontraba en el puerto de Porticello, zarpó por la noche y navegó algunos minutos antes de naufragar.
El Bayesian, embarcación que se hundió frente a Porticello, en la provincia siciliana de Palermo, tenía pabellón del Reino Unido. Era un elegante velero de unos 56 metros de eslora, construido por el astillero Perini Navi de Viareggio en febrero de 2008, reformado en 2020, y diseñado para viajes de lujo. Según VesselFinder, sitio web de seguimiento de buques, el velero llegó a Porticello tras una escala en Milazzo y un paso frente a Cefalú. La superficie de cubierta de la embarcación es de 436 metros cuadrados y sus seis camarotes ocupan una superficie de 143 metros cuadrados. A bordo, señala el armador, pueden alojarse el propietario y 11 invitados, así como 10 tripulantes. El Bayesian está construido con casco y superestructura de aluminio, y cubiertas de teca. Propulsado por dos motores diésel MTU de 8 cilindros y 965 caballos de vapor, navega normalmente a 12 nudos y alcanza una velocidad máxima de 15 nudos. La embarcación tenía uno de los mástiles más altos del mundo y el mayor de aluminio, con una altura de 75 metros.
Mientras tanto, en el noreste de Estados Unidos, la tormenta tropical Ernesto se ha convertido en huracán, dejando al menos un muerto y numerosos rescates. Ernesto volvió a convertirse en huracán el domingo al alejarse de las Bermudas y adentrarse en el Atlántico nororiental, enviando potentes marejadas hacia la costa este de Estados Unidos y generando corrientes marinas asociadas con al menos una muerte. El Centro Nacional de Huracanes de Miami informó que los vientos máximos sostenidos de Ernesto eran de 120 km/h, apenas de categoría 1. Se pronosticaba que Ernesto seguiría fortaleciéndose antes de debilitarse.
El Servicio Meteorológico Nacional publicó un aviso de inundaciones costeras y advirtió de un alto riesgo de corrientes marinas a lo largo de la costa atlántica hasta el lunes por la noche. “Va a ser realmente peligroso estar en el agua hoy”, dijo el meteorólogo Mike Lee en Mount Holly, Nueva Jersey. En la ensenada de Manasquan, en Nueva Jersey, un pescador fue arrastrado el sábado por la corriente desde el espigón norte, pero fue rescatado rápidamente por los socorristas. La víctima, que presentaba lesiones en las rodillas y la espalda y una posible conmoción cerebral, fue trasladada a un hospital. En Ventnor, al sur, la teniente Meghan Holland, de la patrulla de playa de la ciudad, dijo que ocho personas fueron rescatadas. Los meteorólogos, citando la gestión de emergencias local, dijeron que un hombre de 41 años se ahogó el sábado por una fuerte corriente en Surf City, Carolina del Norte. Dos hombres se ahogaron el viernes en incidentes separados en la isla de Hilton Head, Carolina del Sur, pero no estaba claro si se trataba de aguas turbulentas.
Ernesto también azotó anteriormente el noreste del Caribe, dejando a decenas de miles de personas sin agua en Puerto Rico. La compañía nacional de electricidad LUMA dijo que había restablecido la electricidad a más de 1,4 millones de clientes, pero los datos de servicio del domingo mostraban más de 61.000 sin energía. Después de limpiar y retirar los escombros, el Departamento de Educación de las Islas Vírgenes dijo que todas las escuelas públicas reanudarían sus operaciones el lunes. En Puerto Rico también estaba previsto que las clases comenzaran el lunes, casi una semana después de la fecha original de apertura.
La tragedia del velero en Palermo y el impacto del huracán Ernesto en el noreste de Estados Unidos y el Caribe subrayan la vulnerabilidad de las embarcaciones y las comunidades costeras ante fenómenos meteorológicos extremos. La rápida respuesta de los equipos de rescate y la cooperación internacional son cruciales en estos momentos de crisis. Sin embargo, la prevención y la preparación ante desastres naturales siguen siendo esenciales para minimizar las pérdidas humanas y materiales.