La imitadora de Kany García, protagonista del programa “Yo Me Llamo”, se presentó en el Templo de la Imitación con una dedicatoria muy especial para alguien significativo en su vida. Sin embargo, su interpretación no fue del todo exitosa. Según César Escola, uno de los jueces del programa, la imitadora se concentró tanto en la interpretación que olvidó el color de la voz de la artista original. Este detalle, aunque puede parecer menor, es crucial en el arte de la imitación, ya que es lo que permite al público reconocer a la artista que se está imitando.
Escola, conocido como el ‘Maestro’, le pidió a la imitadora que no descuide la esencia de algunas cosas. Este consejo, aunque puede parecer vago, es en realidad muy profundo. La esencia de una cosa es lo que la hace única, lo que la distingue de todas las demás. En el caso de la imitación, la esencia es lo que permite al público reconocer a la artista que se está imitando. Por lo tanto, descuidar la esencia es descuidar el objetivo principal de la imitación.
Por otro lado, Amparo Grisales, otra de las jueces del programa, aseguró que ella sí escucha el color de la voz de la imitadora, pero le hace falta el vibrato tan característico de la puertorriqueña. El vibrato es una técnica vocal que consiste en producir una fluctuación rápida y constante del tono de la voz. Es un rasgo muy característico de Kany García, por lo que su ausencia es notable.
Esta es la primera vez que la imitadora pierde este rasgo, lo que indica que su interpretación no fue del todo exitosa. Sin embargo, esto no significa que su carrera en el programa esté en peligro. La imitación es un arte que requiere de mucha práctica y dedicación, por lo que es normal que haya altibajos en el camino.
