El fútbol peruano está experimentando una transformación significativa en su estrategia de fichajes, con un creciente interés en el talento ecuatoriano. Esta tendencia, que se ha hecho especialmente notable en los clubes que juegan en ciudades de altura, refleja un cambio en la percepción del valor que los jugadores de la LigaPro pueden aportar a la Liga 1. El mercado ecuatoriano está ganando presencia, y esto se debe, en parte, a la adaptabilidad y rendimiento de estos futbolistas en condiciones difíciles, como lo es jugar en altura.
El caso de Deportivo Garcilaso es emblemático. En su debut en la Primera División en 2023, este club cusqueño apostó por jugadores ecuatorianos, junto con el argentino Santiago Giordana, quien llegó precedido de una excelente temporada en Ecuador. La apuesta fue un rotundo éxito, llevando al equipo a una histórica clasificación a la CONMEBOL Sudamericana 2024, gracias en gran medida a los 22 goles de Giordana, quien se convirtió en el máximo anotador de la Liga 1 2023.
Esta estrategia no pasó desapercibida para otros clubes peruanos, especialmente aquellos situados en ciudades de altura, que han comenzado a ver en el mercado ecuatoriano una fuente valiosa de talento. Cienciano y Cusco FC siguieron un camino similar, incorporando a jugadores ecuatorianos o con experiencia en la LigaPro, obteniendo resultados positivos. Carlos Garcés, por ejemplo, anotó 16 goles con Cienciano, demostrando la calidad y adaptabilidad de estos futbolistas.
Para la temporada 2024, la influencia ecuatoriana en la Liga 1 se ha intensificado. Deportivo Garcilaso, aunque perdió a Giordana, mantuvo su confianza en el talento ecuatoriano, sumando a Andrés Chicaiza, Luis Caicedo y Renny Simisterra a sus filas. Otros clubes, como ADT, Comerciantes Unidos y Los Cankas, también han incorporado jugadores ecuatorianos, buscando replicar el éxito de Garcilaso.
La llegada de estos jugadores no solo enriquece la competencia dentro de la Liga 1, sino que también refleja un reconocimiento al nivel de la LigaPro, que fue clasificada como la 17° mejor liga del mundo en 2023 por la IFFHS. Este reconocimiento internacional, sumado al éxito de los jugadores ecuatorianos en Perú, está cambiando las prioridades de fichajes de los clubes peruanos, que históricamente miraban hacia Argentina y Uruguay para reforzar sus plantillas.
El caso de Universitario es particularmente interesante. La decisión de incorporar a Segundo Portocarrero, bajo la dirección de Fabián Bustos, con experiencia previa en el fútbol ecuatoriano, subraya cómo el conocimiento directo de estos jugadores y su rendimiento puede influir en las decisiones de fichajes, incluso en los clubes más exitosos y con mayor presupuesto.
Esta tendencia hacia la incorporación de talento ecuatoriano en la Liga 1 no solo beneficia a los clubes peruanos en términos de rendimiento deportivo, sino que también contribuye a la diversificación y enriquecimiento del fútbol en la región. A medida que los jugadores ecuatorianos continúan demostrando su valía en Perú, es probable que veamos un intercambio futbolístico aún más vibrante entre estas dos naciones sudamericanas, fortaleciendo los lazos deportivos y culturales que las unen.
