El reciente fallo contra Google por violar las leyes antimonopolio estadounidenses ha generado un terremoto en el sector tecnológico. Este veredicto, que acusa a Google de monopolizar el mercado de servicios de búsqueda, tiene implicaciones directas para Apple, su socio en un acuerdo que data de 2002. Este acuerdo permite que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en los dispositivos de Apple, una situación que ahora podría cambiar drásticamente.
El juicio contra Google, que comenzó en septiembre del año pasado, se centró en las acusaciones de que la compañía pagaba millones de dólares para ser el motor de búsqueda por defecto en navegadores web y móviles. Tras meses de testimonios y pruebas, un tribunal federal estadounidense ha dictaminado que Google ha violado la Sección 2 de la Ley Sherman, una normativa de 1890 que prohíbe los monopolios en Estados Unidos. Según la sentencia, Google controla el 89,2% del mercado de servicios de búsqueda general y el 94,9% en dispositivos móviles, lo que le ha permitido bloquear a posibles rivales como Bing o DuckDuckGo.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, ha calificado esta victoria como “un triunfo histórico para el pueblo estadounidense”. Por su parte, Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google, ha anunciado que la compañía apelará la decisión. Walker ha argumentado que la sentencia reconoce que Google ofrece el mejor motor de búsqueda, pero concluye que no se debe permitir que esté fácilmente disponible. Este otoño, Google se enfrentará de nuevo al Departamento de Justicia estadounidense por otra acusación de violar la ley antimonopolio en el ámbito de la publicidad digital.
El impacto de este fallo en Apple es significativo. Bloomberg adelantó en octubre del año pasado que Apple estaba considerando cambiar el motor de búsqueda de Google por DuckDuckGo en Safari, con el objetivo de fomentar la navegación privada. Además, el analista Mark Gurman ha señalado que Apple planea ampliar la integración de su propio motor de búsqueda “de próxima generación”, conocido internamente como Pegasus. Sin embargo, Gurman ha reconocido que la tecnología de Pegasus aún no está a la altura de las prestaciones que ofrece Google.
Gurman también ha destacado que Apple se está alejando de su dependencia de las búsquedas tradicionales, apostando por la tecnología de Inteligencia Artificial (IA) en servicios como Siri. Con la integración de capacidades de ChatGPT de OpenAI y el objetivo de hacer lo mismo con Gemini de Google, Apple podría orientar a los consumidores hacia la IA y Siri en lugar del navegador web. Esto permitiría a Apple establecer acuerdos no exclusivos con proveedores de herramientas y ‘chatbots’ impulsados por IA, incluido Google, sin entrar en conflicto con la Administración estadounidense.
Otra posible estrategia para Apple sería presentar distintas opciones de motores de búsqueda cuando los usuarios encienden sus dispositivos por primera vez. Esta es la práctica actual en la Unión Europea, donde los dispositivos de Apple presentan alternativas durante la configuración inicial. De esta manera, Google seguiría siendo una opción, pero conviviría con alternativas como Microsoft Bing o DuckDuckGo, accesibles desde un primer momento. Actualmente, cambiar el motor de búsqueda predeterminado en los dispositivos de Apple es un proceso tedioso, por lo que esta medida facilitaría la elección del usuario.
El futuro de Apple en este nuevo escenario es incierto, pero lleno de posibilidades. La compañía podría aprovechar esta oportunidad para diversificar sus opciones de búsqueda y reducir su dependencia de Google. Al mismo tiempo, la apuesta por la IA y la mejora de su propio motor de búsqueda podrían posicionar a Apple como un competidor más fuerte en el mercado de servicios de búsqueda. Sin embargo, la transición no será fácil y requerirá una cuidadosa planificación y ejecución.
