En la tranquila mañana del martes 27 de febrero, la Universidad de la Costa en Barranquilla se convirtió en el escenario de un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad educativa y al municipio de Suan, Atlántico. Jesús Daniel Quiroz Rambao, un joven de 18 años y estudiante del tercer semestre de licenciatura en educación física, perdió la vida al caer desde el octavo piso de uno de los edificios de la institución. Este lamentable incidente no solo ha dejado un vacío en el corazón de sus seres queridos, sino que también ha puesto de relieve la importancia de abordar la salud mental dentro del ámbito universitario.
La Universidad de la Costa expresó su pesar a través de un comunicado, en el que se menciona que este es el primer evento de su naturaleza que ocurre en el campus. La institución, que alberga a la Corporación Universitaria Latinoamericana (CUL) mediante un convenio interinstitucional, se encuentra en duelo por la pérdida de uno de sus estudiantes. La noticia ha generado una profunda reflexión sobre las medidas de apoyo psicológico disponibles para la comunidad estudiantil.
Según los testimonios de sus compañeros, Quiroz estaba atravesando un cuadro depresivo, evidenciado en sus estados de WhatsApp. Este detalle no solo añade una capa de complejidad al caso, sino que también subraya la urgencia de prestar atención a las señales de alerta que puedan presentar los estudiantes en relación con su salud mental. La depresión, una enfermedad a menudo silenciosa, requiere de un enfoque comprensivo y de intervenciones tempranas para prevenir desenlaces fatales.
Las autoridades, en coordinación con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), están llevando a cabo una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de Quiroz. La recolección de testimonios y el análisis de los mensajes e imágenes compartidos por el joven antes del suceso son pasos cruciales para entender las causas de su muerte. Este proceso no solo busca ofrecer respuestas, sino también identificar posibles fallas en el sistema de apoyo que puedan ser mejoradas para prevenir futuros incidentes.
La decisión de suspender las actividades académicas en la Universidad de la Costa, en memoria del estudiante, refleja el impacto emocional de este suceso en la comunidad universitaria. Además, el hecho de que este pueda ser el sexto caso de suicidio registrado en el departamento del Atlántico en el mes de febrero, enciende las alarmas sobre una problemática mayor que requiere de una acción conjunta entre instituciones educativas, autoridades y la sociedad en general.
La consternación y zozobra que embarga al municipio de Suan, de donde era oriundo Quiroz, pone de manifiesto la necesidad de abordar el tema del suicidio y la salud mental con sensibilidad, pero también con determinación. La prevención, el apoyo y la educación en torno a estos temas son fundamentales para construir entornos seguros donde los jóvenes puedan expresar sus preocupaciones y buscar ayuda sin temor al estigma.
Este trágico evento nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de nuestros seres queridos y de fomentar un diálogo abierto sobre la salud mental. La comunidad educativa, en particular, tiene un papel crucial en la identificación temprana de problemas emocionales y en la provisión de recursos que promuevan el bienestar de los estudiantes. Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos aspirar a prevenir futuras tragedias y asegurar un entorno de apoyo para todos.