El martes, una tragedia sacudió la ciudad de Hathras, en el norte de India, durante una celebración religiosa hindú en honor a la deidad Shiva. Casi cien personas murieron aplastadas y centenares resultaron heridas en una estampida, según informó un alto funcionario local. Los fieles se habían congregado para escuchar a un gurú cuando una tormenta de arena desató el pánico entre la multitud que se dispersaba. Muchos perecieron aplastados o pisoteados, y algunos cayeron a un zanjón junto a una carretera.
El superintendente Chaitra V., de la ciudad de Aligarh, en el estado de Uttar Pradesh, confirmó 97 muertes hasta el momento. “Estamos centrándonos en brindar auxilio y asistencia médica a las víctimas”, indicó a AFP. “Los asistentes estaban saliendo del lugar cuando una tormenta de polvo los cegó, lo que provocó un tumulto y el posterior trágico incidente”, agregó.
La mayoría de los fallecidos son mujeres, según el jefe médico de Uttar Pradesh, Umesh Kumar Tripathi. “Muchos heridos fueron trasladados al hospital por decenas de ambulancias”, añadió. Mujeres y hombres en llantos aguardaban en las afueras de la morgue de Etah la confirmación de la muerte de sus familiares.
Shakuntala, una feligresa que sólo dio su nombre, relató a la agencia de noticias Press Trust of India: “Cuando terminó el sermón, todos empezaron a correr. La gente cayó en un zanjón junto a la carretera. Caían unos encima de otros y murieron aplastados”.
El primer ministro Narendra Modi anunció una indemnización de 2.400 dólares a los familiares de los fallecidos y de 600 dólares a los heridos en el “trágico incidente”. “Mi más sentido pésame para aquellos que han perdido a sus seres queridos (…). Deseo la pronta recuperación de todos los heridos”, escribió Modi en la red social X. El ministro principal de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, ordenó una investigación sobre lo acontecido.
Este trágico evento no es un caso aislado en India. Los incidentes luctuosos son frecuentes en las grandes celebraciones religiosas del país, que congregan gigantescas multitudes de peregrinos en lugares sagrados. En 2016, al menos 112 personas murieron por una explosión provocada por fuegos artificiales en un templo donde se celebraba el año nuevo hindú, en el estado de Kerala. La explosión arrasó edificios y provocó un incendio en un complejo de templos.
En 2013, 115 devotos murieron en una estampida en un puente cerca de un templo en Madhya Pradesh. En el lugar se habían congregado unas 400.000 personas y la estampida se desencadenó por rumores de que el puente estaba a punto de derrumbarse. En 2008, 224 peregrinos murieron y más de 400 resultaron heridos en una estampida en un templo situado en una colina de la ciudad norteña de Jodhpur.
Estos eventos trágicos subrayan la necesidad de mejorar las medidas de seguridad en las celebraciones religiosas masivas en India. La gestión de multitudes y la infraestructura de emergencia deben ser revisadas y fortalecidas para prevenir futuras tragedias. La implementación de sistemas de alerta temprana y la capacitación de personal de seguridad podrían ser pasos cruciales en esta dirección.
Además, es esencial que las autoridades locales y nacionales trabajen en conjunto para desarrollar planes de contingencia efectivos. La coordinación entre diferentes agencias y la participación activa de la comunidad pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia. La educación y la concienciación sobre los riesgos asociados con las grandes concentraciones de personas también son fundamentales.