El clan Char, una familia de políticos y empresarios de la región Caribe de Colombia, ha mantenido durante años una influencia significativa en la política regional y nacional. Sin embargo, la orden de captura contra Arturo Char, exsenador de la República, ha puesto en jaque a esta familia y a su partido, Cambio Radical, liderado por el expresidente Germán Vargas Lleras.
La situación se complica aún más con la candidatura de a la Alcaldía de Barranquilla. A pesar de la controversia que rodea a su familia, Alejandro Char sigue adelante con su campaña, lo que ha generado un debate en la sociedad colombiana sobre la ética y la moral en la política.
La periodista y politóloga Daniela Cristancho, de la Pontificia Universidad Javeriana, ha seguido de cerca este caso y ha destacado la importancia de la resolución de conflictos y la investigación para la paz en este tipo de situaciones. Según Cristancho, es fundamental que se haga justicia y se esclarezcan los hechos para garantizar la transparencia y la integridad en la política colombiana.
Por otro lado, Laura Ardila, otra periodista que ha seguido de cerca el caso del clan Char, ha señalado que su trabajo no es un “expendiente judicial con la verdad revelada”, sino un intento de desnudar la realidad de los personajes involucrados en este caso, incluyendo a los “megacontratistas” como los hermanos Daes.
En este contexto, las elecciones de 2023 se presentan como un desafío para la democracia colombiana. La candidatura de Alejandro Char a la Alcaldía de Barranquilla y la orden de captura contra su hermano Arturo ponen en evidencia la necesidad de un cambio radical en la política colombiana, donde la corrupción y la impunidad parecen ser la norma.