El US Open de este año ha sido histórico por muchas razones. No solo porque la prodigiosa Coco Gauff logró su primer Grand Slam a la temprana edad de 19 años, sino también porque Novak Djokovic alcanzó la cifra de 24 majors a sus 36 años. Este logro es aún más impresionante si consideramos que su decisión de no vacunarse contra el COVID-19 le impidió llegar a este número antes, ya que fue excluido de Australia y no pudo entrar a Estados Unidos.
A pesar de estas dificultades, Djokovic demostró una vez más su increíble fortaleza mental. Todos los que hemos seguido su carrera sabíamos que esta negativa solo lo haría más fuerte y más enfocado en alcanzar su objetivo. Aunque Djokovic ha sido el menos querido del Big Three, sus detractores se quedaron sin argumentos cuando ganó su 23º major en Roland Garros. Algunos incluso han cambiado de bando y han comenzado a apreciar no solo al tenista, sino también a la persona detrás de una de las grandes hazañas en la historia del deporte.
Este logro ha reavivado el debate sobre quién es el mejor atleta de todos los tiempos. ¿Es Novak Djokovic el mejor? Personalmente, no me atrevo a dar una respuesta definitiva. Su fortaleza mental es comparable a la de Michael Jordan, y aunque no pensamos en Djokovic de inmediato cuando hablamos de los mejores en sus disciplinas, como Usain Bolt, Michael Phelps y Lionel Messi, la realidad es que su carrera profesional, sus récords y las cientos de estadísticas que ostenta en un deporte individual y técnico como el tenis, son impresionantes.
La perseverancia de Djokovic ante la adversidad es comparable a la de Tom Brady y Serena Williams, quien rompió todos los esquemas. Aunque el tenis y el golf, dominado por Tiger Woods, no son los deportes más populares a nivel mundial, no se puede negar que estos atletas están en el Olimpo del deporte. Además de sus logros en sus disciplinas, también están dejando un legado fuera de su profesión. Lewis Hamilton, Muhammad Ali y Simone Biles han contribuido a cambiar el mundo.
El dominio que Djokovic muestra en el “ocaso” de su carrera, y ante una nueva generación de rivales que parecen tener el talento para llevar el tenis a nuevas alturas, es inspirador. Nos hace soñar con lo que se puede lograr a una edad en que la sociedad comienza a presionar. Nueva York es conocida como la ciudad donde se cumplen los sueños, pero también es la más difícil de conquistar. Djokovic ha demostrado una vez más que para él no existen los imposibles. Estamos ansiosos por ver qué nos depara el futuro.
La carrera de Djokovic ha sido una montaña rusa de emociones, llena de altibajos, pero siempre ha demostrado una increíble capacidad para superar los obstáculos y seguir adelante. Su determinación y perseverancia son un ejemplo para todos nosotros, y su legado en el tenis será recordado por generaciones.
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— US Open Tennis (@usopen) September 11, 2023