El sur de Bogotá se ha convertido en el epicentro de un hallazgo arqueológico sin precedentes. Durante los trabajos de ampliación de la avenida Caracas para el sistema TransMilenio, se encontraron más de 100.000 piezas arqueológicas. Este descubrimiento se dio gracias a un extenso proyecto de rescate liderado por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) en la zona de La Ladrillera, Usme, que duró tres años y medio.
Desde febrero de 2021, un equipo de cuatro arqueólogos y más de 20 ayudantes ha trabajado incansablemente en la identificación y recuperación de restos óseos humanos y de fauna, además de material cerámico, lítico y metálico. Todas las piezas están actualmente en proceso de análisis y clasificación en laboratorio. Este proceso es crucial para evitar el deterioro del material mientras se realiza su clasificación y análisis, una tarea que se espera tome más de un año debido a la cantidad del material desenterrado.
El hallazgo de las piezas arqueológicas llevó a la suspensión de las excavaciones de la obra y al acordonamiento de la zona, siguiendo las directrices del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Se realizaron excavaciones manuales, lo que generó algunos retrasos en las actividades de construcción de las calzadas y el espacio público. A medida que se liberaban áreas, el consorcio encargado de la obra pudo continuar con la construcción.
El descubrimiento en la extensión de la avenida Caracas resalta la importancia de equilibrar el desarrollo urbano con la preservación del patrimonio cultural de Bogotá. Este hallazgo no solo tiene implicaciones para la arqueología, sino también para la historia y la identidad cultural de la ciudad. La cantidad y variedad de piezas encontradas sugieren que la zona de La Ladrillera fue un importante centro de actividad humana en épocas prehispánicas.
El proceso de análisis y clasificación de las piezas arqueológicas es meticuloso y requiere de un equipo especializado. Los arqueólogos deben limpiar y registrar cada pieza antes de poder determinar su origen y su función. Este proceso es esencial para evitar el deterioro del material y para asegurar que cada pieza sea correctamente identificada y catalogada. Solo al finalizar este proceso se podrá determinar con precisión la época de los hallazgos, aunque se sospecha que son prehispánicos. Asimismo, durante el escaneo científico, es posible que parte del material sea descartado, lo que podría modificar el inventario final.
El hallazgo de estas piezas arqueológicas también ha generado un debate sobre la importancia de la preservación del patrimonio cultural en medio del desarrollo urbano. Por un lado, algunos argumentan que el desarrollo urbano es esencial para el crecimiento económico y la mejora de la infraestructura de la ciudad. Por otro lado, otros sostienen que la preservación del patrimonio cultural es igualmente importante, ya que nos permite entender y valorar nuestra historia y nuestra identidad cultural.
En este contexto, es crucial encontrar un equilibrio entre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio cultural. Esto implica no solo la identificación y recuperación de piezas arqueológicas, sino también su análisis y clasificación, así como la creación de políticas y regulaciones que protejan el patrimonio cultural en medio del desarrollo urbano. Además, es importante fomentar la educación y la conciencia pública sobre la importancia de la preservación del patrimonio cultural.
El hallazgo en la avenida Caracas es un recordatorio de la rica historia y el patrimonio cultural de Bogotá. Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro pasado mientras construimos nuestro futuro. En última instancia, el equilibrio entre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio cultural es esencial para el crecimiento sostenible y la identidad cultural de la ciudad.
