La desaparición de Elsy Carupia Pernía, una niña indígena de 12 años, ha sacudido profundamente a la comunidad de Dabeiba, en Antioquia. Desde el 14 de julio, cuando fue vista por última vez en una gasolinera en compañía de un hombre, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para encontrarla. La situación ha llevado a la implementación de medidas drásticas, como el toque de queda nocturno para menores de edad, con el objetivo de proteger a los niños y adolescentes del municipio.
El Decreto 077 del 26 de julio de 2024 establece que los menores de edad no podrán circular entre las 11:00 p.m. y las 6:00 a.m. Esta medida, que se aplicará de forma indefinida, busca combatir la explotación sexual de menores y garantizar su seguridad. La alcaldía ha enfatizado la importancia de que los padres y adultos responsables cumplan con esta normativa para evitar sanciones.
La desaparición de Elsy ha movilizado a diversas autoridades y comunidades. La gobernación de Antioquia, la alcaldía de Dabeiba y el gobernador de la comunidad indígena Embera Katío se reunieron recientemente para definir nuevas estrategias de búsqueda. La captura de Alexander Mazo Cartagena, conocido como “María Monte”, ha sido un avance significativo en la investigación. Este obrero del municipio es el principal sospechoso y fue detenido en un operativo conjunto entre la Policía y la Sijín en Miranda, Cauca.
Las autoridades han centrado sus esfuerzos de búsqueda en el Cañón de La Llorona y el río Sucio, áreas que se extienden entre Dabeiba y Mutatá. La comunidad ha sido instada a colaborar, y se ha ofrecido una recompensa de $50 millones por información que conduzca al paradero de Elsy. Esta recompensa refleja la desesperación y el compromiso de las autoridades por resolver este caso.
El toque de queda ha generado diversas reacciones en la comunidad. Algunos padres y ciudadanos apoyan la medida, considerándola necesaria para proteger a los menores en un contexto de creciente inseguridad. Sin embargo, otros critican la restricción, argumentando que limita la libertad de los jóvenes y no aborda las causas subyacentes de la violencia y la explotación.
La implementación de un toque de queda para menores no es una medida nueva en Colombia. En varias ocasiones, diferentes municipios han recurrido a esta estrategia para enfrentar problemas de seguridad. Sin embargo, su efectividad y consecuencias a largo plazo siguen siendo objeto de debate. En Dabeiba, la medida se justifica por la urgencia de la situación y la necesidad de proteger a los menores en un contexto de vulnerabilidad.
La desaparición de Elsy Carupia Pernía ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer las políticas de protección infantil y de abordar de manera integral los problemas de violencia y explotación. La comunidad de Dabeiba, junto con las autoridades, enfrenta el desafío de encontrar a Elsy y de garantizar un entorno seguro para todos los niños y adolescentes.
En este contexto, es crucial que las medidas de seguridad se complementen con acciones de prevención y educación. La sensibilización de la comunidad sobre los riesgos y la importancia de la protección infantil es fundamental. Además, es necesario fortalecer las redes de apoyo y los mecanismos de denuncia para que los casos de explotación y violencia sean detectados y atendidos de manera oportuna.
La situación en Dabeiba es un recordatorio de la vulnerabilidad de los menores en contextos de inseguridad y de la responsabilidad de la sociedad en su conjunto para garantizar su bienestar. La búsqueda de Elsy Carupia Pernía continúa, y con ella, el compromiso de la comunidad y las autoridades para proteger a los más jóvenes y vulnerables.