En el corazón de una polémica que trasciende las fronteras del deporte y se adentra en los entresijos de la legislación laboral y los derechos de los trabajadores, se encuentra Neymar da Silva, el afamado delantero brasileño del equipo saudí Al-Hilal FC. Con 31 años y una carrera que ha sido objeto de admiración y escrutinio, Neymar enfrenta una denuncia en Francia que pone en tela de juicio no solo su conducta sino también las prácticas laborales en el ámbito del fútbol de élite. El miércoles 15 de noviembre, el diario francés Le Parisien sacó a la luz las acusaciones de una exempleada del hogar, Marcia, de 35 años, quien alega haber trabajado para el jugador durante su estancia en el París Saint-Germain sin haber sido registrada legalmente.
La denuncia, que ha resonado en los medios y ha provocado un debate sobre la explotación laboral, reclama al jugador la suma de 368.000 euros. Este monto ha sido presentado ante el tribunal de lo laboral en Saint-Germain-en-Laye, en las afueras de París, y se basa en una serie de infracciones a la legislación francesa que, de ser comprobadas, podrían tener serias repercusiones para Neymar. Marcia, quien vive en situación irregular en Francia, ha detallado un escenario de trabajo no declarado, un ritmo de trabajo “infernal”, la falta de remuneración de horas suplementarias, así como la ausencia de vacaciones pagadas y seguro médico.
La denunciante ha relatado una rutina laboral exhaustiva, trabajando todos los días de la semana con un horario que se extendía hasta nueve horas diarias de lunes a jueves, seis horas los viernes y sábados, y siete horas los domingos. La tarifa por hora era de 15 euros, cantidad que se duplicaba en días festivos. Sin embargo, lo que más llama la atención es la afirmación de Marcia sobre haber sido obligada a trabajar hasta 15 días antes de dar a luz a su cuarto hijo, y que, tras el parto, no fue readmitida en su puesto.
La historia de Marcia con Neymar comenzó en febrero de 2019, durante la celebración del 27º cumpleaños del futbolista, antes de ser contratada de manera indefinida como “asistente de cocina”. Fue en enero de 2021 cuando se integró al servicio permanente del jugador, desempeñando tareas que iban más allá de la limpieza común del hogar, incluyendo hacer la manicura a la pareja de Neymar, Bruna Biancardi. La demanda se sustenta en mensajes intercambiados entre Marcia y la asistente personal de Neymar, quien era la responsable de las pruebas de admisión al trabajo en la casa del jugador.
A pesar de no contar con una nómina oficial, Marcia llevaba un registro de sus horas de trabajo en un cuaderno, el cual ha sido presentado como prueba en la demanda. Su testimonio se extiende a las dificultades enfrentadas tras el nacimiento de su hijo, cuando se vio forzada a recurrir a la caridad de asociaciones humanitarias para poder alimentar a su familia. Una asociación que apoya a mujeres brasileñas en Francia le proporcionó asistencia judicial. Antes de la partida de Neymar a Arabia Saudí, se intentó buscar una solución amistosa al conflicto a través de un correo electrónico, pero ante la falta de respuesta, Marcia ha optado por la vía legal.
Este caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores inmigrantes y la importancia de un marco legal que proteja sus derechos. La situación de Marcia es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchos empleados del hogar, a menudo invisibilizados y desprotegidos. La denuncia contra Neymar no solo es un llamado de atención sobre las responsabilidades de figuras públicas en el cumplimiento de la ley, sino también un recordatorio de que detrás del brillo del estrellato deportivo, pueden esconderse realidades menos glamurosas que requieren ser abordadas con seriedad y compromiso social.
