Desde el 7 de octubre de 2023, la Franja de Gaza ha sido escenario de una guerra que ha capturado la atención mundial, incluida la de Colombia, un país que ha expresado reiteradamente su posición sobre el conflicto entre Israel y Palestina. La insistencia de Colombia en la necesidad de un alto al fuego, la liberación inmediata de los rehenes y el ingreso regular de ayuda humanitaria para la población de Gaza, refleja su firme compromiso con la paz y el respeto al derecho internacional humanitario. Este compromiso se ha manifestado en el apoyo a todas las acciones y esfuerzos destinados a aliviar la crisis humanitaria en la región.
El Gobierno colombiano ha sido vocal en exigir que Israel respete el derecho internacional humanitario y acate las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, especialmente las emitidas por el Consejo de Seguridad. Sin embargo, la realidad en el terreno ha sido desoladora, con la hambruna cerniéndose sobre la población y la destrucción de infraestructura civil. Las muertes de cientos de trabajadores humanitarios, periodistas, personal médico, mujeres y niños, víctimas de represalias que no han respetado los principios de distinción, proporcionalidad ni precaución, son un testimonio sombrío de la gravedad de la situación.
Ante este panorama, Colombia ha abogado por la realización de una Conferencia de Paz, buscando no solo resolver la guerra en Gaza sino también retomar el camino hacia negociaciones que conduzcan a una solución permanente. La convicción del país de que la solución definitiva al conflicto y la estabilidad regional pasan por la solución de dos Estados, conforme a las líneas fronterizas acordadas por las Naciones Unidas en la resolución 242 de 1967, es un llamado a la coexistencia pacífica y al reconocimiento mutuo de palestinos e israelíes.
El compromiso de Colombia con la paz trasciende sus fronteras, rechazando y condenando todo acto de violencia. Este compromiso se ha evidenciado recientemente al unirse a otros 17 Estados para exigir la liberación inmediata y sin condiciones de los rehenes secuestrados por Hamás. Además, el país ha defendido el multilateralismo y ha participado activamente en foros internacionales, incluyendo intervenciones ante la Corte Internacional de Justicia.
Sin embargo, los llamados de Colombia y de la comunidad internacional han sido ignorados, enfrentando incluso insultos y acusaciones tergiversadas de antisemitismo por parte del gobierno de Israel y sus representantes. Esta situación ha llevado al presidente Gustavo Petro a anunciar la decisión de romper relaciones diplomáticas con Israel a partir del 2 de mayo de 2024, una medida dirigida exclusivamente a la ruptura de relaciones diplomáticas y no contra el pueblo israelí ni las comunidades judías, con quienes se mantienen lazos históricos y de amistad.
Esta decisión refleja el compromiso de Colombia con el respeto a la vida y la promoción de la paz, así como su apoyo a una solución pacífica y justa al conflicto. El Ministerio de Relaciones Exteriores informará a la embajada de Israel en Colombia sobre el alcance de esta medida, asegurando que los connacionales en Israel y en Palestina continúen recibiendo la asistencia y servicios necesarios. Colombia se mantiene firme en su convicción de que la negociación y el diálogo son las vías para resolver los conflictos, reafirmando su compromiso con la paz dentro y fuera de su territorio.
