En el mundo actual, la lucha contra el consumo de tabaco se ha convertido en una prioridad para muchos países, dada la amplia evidencia sobre los daños que este hábito causa en la salud pública. Colombia, en este contexto, no es la excepción. El país, adherido al Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha implementado una serie de medidas para combatir este problema. Entre ellas, la inclusión de advertencias sanitarias pictoriales en los empaques de cigarrillos es una de las más destacadas. Sin embargo, un reciente informe ha puesto de manifiesto que, aunque Colombia cumple con los requisitos mínimos establecidos por el convenio, aún está lejos de alcanzar los estándares de los países más avanzados en esta materia.
El CMCT, un tratado internacional que busca frenar el consumo de tabaco a nivel global, establece en su artículo 11 que los paquetes de productos de tabaco deben incluir advertencias sanitarias que ocupen al menos el 30% de las superficies visibles principales, como el frente y el reverso del empaque. Estas advertencias, que pueden ser pictoriales y deben rotar para evitar la habituación, tienen como objetivo informar a los consumidores sobre los efectos nocivos del tabaco y disuadir su consumo. Además, el tratado prohíbe el uso de términos engañosos como “light” o “suave” en el empaquetado de los cigarrillos, una medida que Colombia ha adoptado.
A pesar de estos esfuerzos, el informe “Advertencias Sanitarias en los paquetes de cigarrillos: informe sobre la situación internacional”, presentado por la Sociedad Canadiense contra el Cáncer, revela que Colombia apenas cumple con el mínimo requerido por el convenio, con advertencias que ocupan el 30% del frente y reverso de los paquetes. Esta situación contrasta con la de países como Timor Oriental y Turquía, donde las advertencias cubren un promedio del 92,5% de la superficie del paquete, o Uruguay, que ha implementado imágenes de advertencia que ocupan el 80% del empaque.
El caso de Uruguay es particularmente ilustrativo. La decisión del país de aumentar el tamaño de las advertencias en los paquetes de cigarrillos hasta el 80% llevó a una demanda por parte de la tabacalera Philip Morris, alegando una violación de sus derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, el fallo a favor del Estado uruguayo no solo reafirmó la legalidad de estas medidas sino que también destacó la importancia de la salud pública sobre los intereses comerciales.
El informe también subraya que un mayor tamaño de las advertencias sanitarias aumenta su efectividad, haciendo las imágenes más visibles y difíciles de ignorar. Esto se traduce en una mayor conciencia sobre los riesgos del tabaco y, potencialmente, en una reducción de su consumo. La experiencia internacional demuestra que las decisiones de aumentar el tamaño de las advertencias sanitarias son un paso efectivo en la lucha contra el tabaquismo.
En este contexto, es evidente que Colombia tiene un amplio margen para mejorar en la implementación de advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos. Aumentar el tamaño de estas advertencias no solo cumpliría con las recomendaciones del CMCT sino que también alinearía al país con las mejores prácticas internacionales. La evidencia muestra que medidas más audaces en este ámbito pueden tener un impacto significativo en la salud pública, reduciendo el consumo de tabaco y, con ello, la incidencia de enfermedades relacionadas.
La lucha contra el tabaquismo es un desafío global que requiere de acciones firmes y decididas. Colombia, al seguir el ejemplo de países que han avanzado significativamente en este terreno, puede dar un paso importante hacia la protección de la salud de su población. Incrementar el tamaño de las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos es una medida que, aunque pueda parecer simple, tiene el potencial de salvar vidas y reducir la carga que el tabaquismo impone sobre los sistemas de salud. En este esfuerzo, la experiencia y las lecciones aprendidas de otros países pueden servir de guía para implementar políticas públicas más efectivas y comprometidas con el bienestar de la sociedad.
