La exprimera dama del Cesar, Cielo Gnecco, fue capturada por las autoridades tras ser vinculada con violaciones de derechos humanos y un homicidio. Esta noticia ha causado un gran revuelo en la política colombiana, ya que Gnecco es la matriarca de uno de los clanes políticos más importantes de la costa Caribe y fue primera dama del Cesar en los mandatos de su hermano Lucas Gnecco Cerchar, de su cuñado Rafael Bolaños Guerrero y de su hijo Luis Alberto Monsalvo Gnecco.
La orden de captura fue emitida por el fiscal Alberto Ramírez Parra, quien acusa a Gnecco de participar en secuestros y homicidios. Según la Fiscalía, el líder paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Julio Manuel Argumedo, alias Gabino, confesó que Gnecco le pidió al grupo paramilitar que realizara dos secuestros extorsivos de excontratistas de la Gobernación del Cesar que no le habían pagado una coima de contratos por más de $2.500 millones. Ambas personas fueron asesinadas por petición de Gnecco.
Además de estos graves delitos, Gnecco también está acusada de corrupción. Durante el mandato de su cuñado Rafael Bolaños Guerrero, quien fue destituido e inhabilitado para ejercer cargos de elección pública por cinco años en el 2003, Gnecco habría utilizado su posición para impulsar la candidatura de su hijo Luis Alberto Monsalvo Gnecco a la Cámara de Representantes con recursos del erario.
La Procuraduría descubrió que Bolaños Guerrero usó su cargo para que Gnecco promoviera las aspiraciones políticas de su hijo, adjudicándole contratos de publicidad a la firma Sierra Comunicaciones Limitada, que dirigía el director de campaña de Monsalvo Gnecco. Además, se descubrió que Bolaños, por órdenes de Gnecco, contrató los servicios de la empresa Servitur por un valor de 9 millones de pesos para transportar a funcionarios de la Gobernación a varios municipios de la costa Caribe con el fin de promover la candidatura de su hijo.
Estos hechos han causado un gran impacto en la sociedad colombiana, ya que evidencian la corrupción y el abuso de poder que se vive en la política del país. La captura de Gnecco es un paso importante en la lucha contra la impunidad y la corrupción, pero aún queda mucho por hacer para erradicar estos problemas de la política colombiana.
