Carlos Alvarez - @bogotaampm Twitter
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El 23 de octubre, una reunión crucial tuvo lugar entre representantes de empresas privadas de transporte, la Asociación de Propietarios del Corredor Soacha-Bogotá, la Alcaldía de Soacha, el director de Tránsito y Transporte, Alejandro Zambrano, y el viceministro de Transporte, Carlos Eduardo Enríquez Caicedo. El resultado de esta reunión fue un acuerdo para aplazar el cese de operaciones que estaba programado para el 24 de octubre. Este aplazamiento se produce a la espera de una respuesta de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, a una citación de una reunión por parte del ministro de Transporte, William Camargo.

El ministro Camargo busca soluciones a la finalización del convenio que lleva 10 años por parte del distrito. Este convenio permite la operación de los buses del municipio de Soacha en el distrito de Bogotá. El viceministro Enríquez Caicedo se comprometió con el gremio de transportadores asegurando que no perderán su trabajo y que el bienestar de la ciudadanía está por encima de las decisiones de cualquier alcaldía.

En caso de que la alcaldesa López no acepte entablar una negociación, el Gobierno nacional tiene una jugada preparada: habilitar un permiso similar al del transporte nacional por dos meses para que los buses de Soacha puedan seguir operando en Bogotá. El objetivo de esta medida es permitir que los transportadores sigan trabajando, evitar un cese de operaciones que perjudique el flujo vehicular por la autopista Sur y esperar que sean los nuevos alcaldes de Soacha y Bogotá quienes se apropien de la problemática.

Los transportadores del municipio de Soacha esperarán a que se registre la reunión entre el ministro Camargo y la alcaldesa Claudia López antes de tomar cualquier tipo de decisión. Sin embargo, si López no cede en su decisión, el paro volverá a ser una opción para los conductores en Soacha. El convenio entre Soacha y Bogotá se mantendrá hasta el 7 de noviembre, mientras que las dos nuevas rutas del Sitp con las que se reemplazarán estos servicios iniciarán su operación el 28 de octubre.

El permiso especial que propuso el director de Tránsito y Transporte a los transportadores en Soacha sería similar al que se tiene con los buses que operan en Bogotá desde el municipio de Sibaté, ya que estos tienen una operación de consideración nacional. Si no se llega a ningún tipo de acuerdo y desde el Ministerio de Transporte no se confirma el nuevo convenio, esto afectaría a más de 108.000 personas que se movilizan diariamente desde el municipio hacia Bogotá, de los cuales al menos 80.000 deben utilizar buses del municipio para llegar a la estación de TransMilenio San Mateo-Unisur que es la primera dentro del Soacha.

El gremio de transportadores ha afirmado que antes de la finalización del convenio para operar en Bogotá le ofrecieron a TransMilenio operar como un servicio alimentador para las estaciones que están siendo construidas en el municipio, pero que la respuesta fue negativa al afirmar que no se contaba con el dinero suficiente, que ese gasto debería de ser acogido por la Alcaldía de Soacha, buscando que sea subsidiado como pasa con Bogotá, que entregó 660.000 millones para garantizar la operación de TransMilenio en 2023.

El alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, durante la reunión con los transportadores, afirmó: “Entiéndanme algo, yo tengo que defender las empresas, pero por encima de defender las empresas tengo que defender a 108.000 pasajeros para que no paguen doble pasaje y que no tengan que subsidiar el transporte de Bogotá, que es lo único que están buscando”.

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