El recién electo alcalde de Cali, Alejandro Eder, pronunció su primer discurso desde su sede de campaña cerca al Parque del Perro, alrededor de las 7 de la noche. A su lado estaban dos mujeres que han jugado un papel importante en su vida y en su campaña: Diana Rojas, la excandidata que se unió a él en un momento crucial de la campaña, y Taliana Vargas, su esposa, quien también ha sido una figura destacada.
“Dejamos atrás una campaña que ha sido difícil, dura, una campaña donde ha habido muchas mentiras, calumnia y ataques bajos. Pero Cali habló, quiere algo distinto. Hoy le digo a los caleños, dejemos atrás esa pelea de los últimos meses”, expresó Eder desde una pequeña tarima, mientras su esposa le secaba el sudor de la frente.
El discurso de Eder fue breve pero contundente, centrado en tres ejes principales: críticas a la administración del actual alcalde Jorge Iván Ospina, elogios a la campaña que acababa de concluir y mensajes de reconciliación. “Acabamos de pasar 4 años de un infierno en Cali y lo primero que vamos a hacer es aclarar las cuentas de qué es lo que nos están entregando”, advirtió en relación a la administración de Ospina.
La celebración contó con la presencia de varios de los candidatos que se unieron a Eder en el transcurso de la campaña, como Armando Aristizábal, de Salvación Nacional, y Wilson Ruiz, el exministro de Justicia. “Lo que se viene es la parte más difícil, pero no va a ser más grande que nosotros. Vamos a unir a Cali de la mano de Dios y de todos los caleños, sin importar su bandera política, origen o clase social. Todos somos caleños y unidos vamos a revivir a Cali”, concluyó el alcalde electo.
El evento culminó con fuegos artificiales y la canción “Amor y Control”, de Rubén Blades, que se convirtió en el soundtrack de la campaña de Eder. Este momento marcó el final de una campaña llena de desafíos y el comienzo de un nuevo capítulo para Cali bajo la administración de Eder.
Eder ha prometido un cambio en la administración de la ciudad, criticando la gestión del actual alcalde y prometiendo aclarar las cuentas de la ciudad. Su discurso también destacó la necesidad de reconciliación y unidad entre los caleños, independientemente de su afiliación política, origen o clase social.
La campaña de Eder ha sido marcada por la dificultad y la controversia, pero también por la resiliencia y la determinación. A pesar de los ataques y las calumnias, Eder y su equipo se mantuvieron firmes y lograron ganar la confianza de los caleños.
Ahora, con la campaña detrás de él, Eder se enfrenta a la tarea de gobernar una ciudad que, según él, ha pasado por “cuatro años de infierno”. Sin embargo, con su promesa de unidad y su determinación de hacer cambios significativos, Eder parece estar listo para enfrentar los desafíos que se avecinan.
El camino por delante puede ser difícil, pero como dijo Eder en su discurso, “no va a ser más grande que nosotros”. Con la ayuda de Dios y de todos los caleños, Eder está decidido a revivir a Cali y a llevarla hacia un futuro más brillante.
