El reciente arresto de dos extorsionistas en Bogotá ha puesto de relieve la persistente amenaza de la extorsión en la ciudad. Los capturados, que operaban en Ciudad Bolívar y en la localidad de Santa Fe, se hacían pasar por miembros de la Segunda Marquetalia, una disidencia de las FARC, para intimidar y extorsionar a comerciantes locales.
El operativo que culminó con la captura de estos individuos fue el resultado de varios meses de labores de inteligencia. Las autoridades interceptaron dos líneas telefónicas que habían sido denunciadas por múltiples víctimas. Estas líneas eran utilizadas para realizar llamadas intimidantes, exigiendo pagos bajo amenazas de violencia. La investigación permitió confirmar que estos números estaban efectivamente vinculados a actividades extorsivas.
Una vez identificadas las líneas telefónicas, la investigación se profundizó. Las autoridades lograron recolectar más de 30 horas de videos de cámaras de seguridad y decenas de fotografías que documentaban las actividades criminales de los sospechosos. Este material probatorio fue crucial para proceder con las capturas.
El primer implicado, conocido como alias ‘Andrey’, fue capturado en el barrio Santa Fe, en la localidad de Los Mártires. Este individuo estaba cumpliendo una sentencia de prisión domiciliaria por hurto calificado y agravado. A pesar de portar un brazalete del Inpec, coordinaba desde su domicilio videollamadas extorsivas. En estas videollamadas, amenazaba a los comerciantes con supuestas acciones de la Segunda Marquetalia si no cumplían con sus demandas.
El segundo capturado, alias ‘Luis’, fue detenido en la vía pública del sector de Candelaria la Nueva, en Ciudad Bolívar. Según la investigación, este delincuente había trabajado durante diez años con los comerciantes que luego se convirtieron en sus víctimas. Su rol en la operación criminal incluía tomar fotografías de las residencias y propiedades de los comerciantes, información que luego utilizaba para extorsionarlos.
El modus operandi de estos extorsionistas era meticuloso. Una vez identificaban a una potencial víctima, comenzaban a enviar mensajes extorsivos a través de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp. Estos mensajes incluían videos en los que aparecían supuestos miembros de la Segunda Marquetalia armados con fusiles. En los videos, exigían el pago de un ‘impuesto de guerra’ de aproximadamente $600.000 a cambio de no atentar contra los locales, sus dueños, sus familias y los trabajadores.
Durante la operación, las autoridades incautaron dos dispositivos móviles, fotografías de las víctimas, de sus familias y de sus propiedades. Todo este material fue entregado a la Fiscalía General de la Nación, junto con los dos capturados. Un juez de control de garantías definirá su situación judicial en las próximas horas. Los sujetos enfrentarán cargos por extorsión agravada, entre otros delitos.
Este caso es solo un ejemplo de la lucha constante contra la extorsión en Bogotá. Este año, las autoridades han capturado a 169 delincuentes por este delito. La extorsión sigue siendo una amenaza significativa para los comerciantes y la comunidad en general. Es crucial que las víctimas denuncien estos casos a través de la línea antiextorsión 165, para que las autoridades puedan actuar de manera efectiva.
La captura de alias ‘Andrey’ y alias ‘Luis’ es un paso importante en la lucha contra la extorsión. Sin embargo, también pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia constante y de la cooperación de la comunidad. La extorsión no solo afecta a las víctimas directas, sino que también genera un clima de miedo e inseguridad que impacta a toda la sociedad.
Las autoridades deben continuar fortaleciendo sus estrategias de inteligencia y respuesta rápida. La colaboración entre la policía, la fiscalía y la comunidad es esencial para desmantelar estas redes criminales. Además, es fundamental que se implementen programas de apoyo a las víctimas, para que puedan recuperarse del impacto psicológico y económico de la extorsión.
