Lo - @goggidolo Twitter
Lo – @goggidolo Twitter

El Festival de Cine de San Sebastián se ha convertido en un escenario de protesta contra las políticas del Gobierno de Javier Milei, que amenazan con desmantelar la industria cinematográfica argentina. Este martes, actores, directores y organizadores del festival se unieron en un acto de apoyo al cine argentino, destacando la importancia de esta industria para la cultura y la economía del país.

La directora argentina Lola Arias, conocida por su película “Reas”, expresó su preocupación por el futuro del cine argentino. “En esta edición hay 26 películas argentinas, en la próxima probablemente haya cinco, dos o ninguna”, afirmó. Arias subrayó la importancia de las películas nacionales para el público argentino, que se ve reflejado y puede reflexionar sobre su propia realidad a través del cine.

El actor Leonardo Sbaraglia, junto con los directores Diego Lerman e Iair Said y el elenco de “Reas”, se unieron a la protesta en las escaleras del cine Kursaal de San Sebastián. Sosteniendo una gran bandera argentina, entonaron “La patria no se vende”, en un claro mensaje de resistencia contra las medidas del gobierno de Milei.

https://twitter.com/sansebastianfes/status/1838578462799413545

José Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián, también se pronunció en contra del desmantelamiento de la cinematografía argentina. “El Festival de Cine de San Sebastián, como manifestación cultural que es, no puede permanecer al margen del desmantelamiento de una cinematografía nacional por parte de un gobierno que, además, justifica a una dictadura militar que asesinó a miles de ciudadanos”, declaró Rebordinos.

Rebordinos recordó que la precariedad de la industria cinematográfica no es un fenómeno exclusivo de Argentina, mencionando el caso de Venezuela. Señaló que la paralización de proyectos y el vaciado de contenido del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) son medidas que ponen en peligro no solo la cinematografía, sino también otras manifestaciones culturales del país.

El festival dejó claro que su apoyo al cine argentino no implica una intromisión en la política de Argentina. Durante años, el festival ha colaborado con un INCAA que ha tenido diferentes colores políticos y gobiernos conservadores, liberales o de tipo peronista. “Con todos ellos la industria argentina ha conseguido desarrollarse con normalidad y ser una de las más importantes de América Latina, mostrando una imagen positiva del país y siendo un motor económico del mismo”, continuó Rebordinos.

Lola Arias lamentó que el cine, al igual que la ciencia, la universidad pública y los jubilados, se haya convertido en una moneda de cambio en una guerra cultural que no beneficia a nadie. “Más bien parece una cortina de humo para distraer a la sociedad en una economía donde día a día se hace más difícil acceder a las cosas más elementales, generando hambre, ignorancia y odio”, añadió.

La actriz María Alché criticó la agenda del Gobierno ultraliberal de Milei, que intenta promocionar como libertad la destrucción de la memoria y la soberanía cultural de Argentina. “Es tarea del Estado proporcionar las condiciones necesarias para la creación y la producción de bienes culturales. Por eso estamos alzando nuestra voz en defensa de nuestra identidad y nuestros derechos. La lucha por el cine argentino es una lucha por nuestro futuro”, concluyó Alché entre aplausos.

Leonardo Sbaraglia, en declaraciones previas, lamentó la falta de diálogo por parte del Gobierno de Milei con un sector del que “debería sentirse orgulloso”. La ausencia de comunicación y la imposición de medidas que afectan gravemente a la industria cinematográfica han generado un clima de incertidumbre y preocupación entre los trabajadores del sector.

El Festival de Cine de San Sebastián ha sido históricamente un espacio de encuentro y celebración del cine mundial. Sin embargo, en esta edición, se ha convertido en un escenario de resistencia y solidaridad con el cine argentino. La protesta de los cineastas y artistas presentes en el festival refleja la importancia de la cultura como herramienta de identidad y memoria colectiva.

La situación actual de la industria cinematográfica argentina es un reflejo de las políticas de un gobierno que, según los manifestantes, no valora la cultura como un bien esencial para la sociedad. La lucha por el cine argentino es, en última instancia, una lucha por la preservación de la identidad y la memoria de un país que ha encontrado en el cine una forma de expresión y reflexión sobre su realidad.

El futuro del cine argentino está en juego, y la comunidad cinematográfica internacional ha mostrado su apoyo y solidaridad. La protesta en el Festival de San Sebastián es un recordatorio de la importancia de la cultura y la necesidad de políticas que la protejan y fomenten su desarrollo. La voz de los cineastas y artistas argentinos resuena más allá de las fronteras, en defensa de una industria que es parte fundamental de la identidad y el patrimonio cultural de Argentina.

Comentarios
You May Also Like

Inflación en Argentina: un desafío que requiere soluciones urgentes

La inflación en Argentina alcanza niveles alarmantes, con un aumento anual del 204,4%, poniendo en riesgo la estabilidad económica y social.

Sandra Mazuera, presentadora de Bravissimo, se declara sapiosexual

La presentadora colombiana Sandra Mazuera sorprendió a los televidentes al declararse sapiosexual durante una emisión del programa Bravissimo.