El Papa Francisco se despide de Indonesia y se dirige a Papúa Nueva Guinea en su 45º Viaje Apostólico. El avión A-330 de la compañía Garuda Indonesia despegó del aeropuerto Soekarno-Hatta de Yakarta a las 10.37 hora local. Está previsto que aterrice en el aeropuerto internacional Jacksons de Port Moresby a las 18.50 hora local. Esta travesía de seis horas llevará al Papa, junto con su séquito y periodistas, de Asia a Oceanía.
El Papa Francisco ha dejado la capital indonesia para emprender la segunda etapa de su viaje, donde permanecerá dos días, hasta el domingo 8 de septiembre. En su homilía en el estadio Gelora Bung Karno, en Yakarta, Francisco recordó a los fieles que el encuentro con Jesús nos llama a vivir “dos actitudes fundamentales” que nos hacen…
El Pontífice, tras la Misa en privado, se despidió con gran cordialidad del personal y de los benefactores de la Nunciatura en Yakarta. Saludó en el aeropuerto al Ministro de Asuntos Religiosos y a la delegación del país. El recuerdo de un pueblo acogedor, que había vivido días de coro festivo, permanece fresco y vivo. Este pueblo se comprometió a vivir en fraternidad contra toda forma de extremismo violento y de instrumentalización de la fe para el conflicto.
Port Moresby, también conocida como Pom Town, es la ciudad más grande y el principal puerto de Papúa Nueva Guinea. Situada en la bahía de Fairfax, en la costa sur del país, se asoma al golfo de Papúa. Tras la ceremonia de bienvenida, que tendrá lugar en el aeropuerto ya de noche, el Papa se trasladará a la Nunciatura. Esta se encuentra en una colina donde nació el primer pueblo autóctono. Cenará en privado y luego descansará para mantener, al día siguiente, un encuentro con las autoridades y la sociedad civil en la APEC Haus, el principal centro de conferencias de la ciudad. Después, visitará una escuela femenina fundada por las Hermanas de la Caridad de Jesús y, por último, tendrá un encuentro con los responsables pastorales de Papúa y las Islas Salomón.
El viaje del Papa Francisco a Papúa Nueva Guinea no solo es un evento religioso, sino también un acto de diplomacia y solidaridad. La visita del Papa a esta región subraya la importancia de la paz y la fraternidad en un mundo cada vez más dividido. En su homilía en Yakarta, Francisco instó a los fieles a no cansarse de soñar y de seguir construyendo una civilización de paz. Este mensaje resuena con fuerza en un país como Papúa Nueva Guinea, que enfrenta desafíos significativos en términos de desarrollo y cohesión social.
La llegada del Papa a Port Moresby será un momento histórico para el país. La ceremonia de bienvenida en el aeropuerto marcará el inicio de una serie de eventos que buscan fortalecer los lazos entre la Iglesia y la sociedad civil. La Nunciatura, situada en una colina histórica, será el primer lugar de descanso del Papa en su visita. Este lugar no solo es significativo por su historia, sino también por su simbolismo como punto de encuentro entre culturas y generaciones.
El encuentro con las autoridades y la sociedad civil en la APEC Haus será uno de los momentos más destacados de la visita. Este centro de conferencias es un símbolo de la modernidad y el progreso en Papúa Nueva Guinea. Aquí, el Papa Francisco tendrá la oportunidad de dialogar con líderes locales sobre temas cruciales como la paz, la justicia y el desarrollo sostenible. La visita a la escuela femenina fundada por las Hermanas de la Caridad de Jesús también será un momento emotivo. Esta escuela representa el compromiso de la Iglesia con la educación y el empoderamiento de las mujeres en una sociedad que aún lucha por la igualdad de género.
El encuentro con los responsables pastorales de Papúa y las Islas Salomón cerrará la visita del Papa. Este encuentro será una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta la Iglesia en esta región. La presencia del Papa Francisco en Papúa Nueva Guinea es un recordatorio de la importancia de la fe y la solidaridad en tiempos de incertidumbre.