Parques Nacionales Naturales de Colombia - @ParquesColombia Twitter
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La reapertura del Santuario de Fauna y Flora de Iguaque, tras cuatro años de cierre, ha generado gran expectativa entre los amantes del ecoturismo. Este santuario, ubicado entre los municipios de Chíquiza, Arcabuco y Villa de Leyva en Boyacá, Colombia, es un tesoro natural que abarca 6.889 hectáreas. La reapertura, anunciada por Parques Nacionales Naturales (PNN) el pasado 1º de septiembre, trae consigo nuevas reglas y recomendaciones para los visitantes.

El cierre inicial del santuario se debió a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. Posteriormente, la sequía prolongó el cierre, afectando no solo a Iguaque, sino también a otras áreas protegidas. Durante este tiempo, se realizaron trabajos de mejoramiento y construcción de nueva infraestructura. Sin embargo, estos trabajos generaron controversias, lo que llevó a la creación de una mesa de gobernanza de ecoturismo. Esta mesa busca fomentar un diálogo inclusivo entre todos los actores involucrados, tomando decisiones consensuadas para la conservación del santuario y la mejora de los servicios turísticos.

Robinson Galindo Tarazona, jefe del PNN Santuario de Fauna y Flora de Iguaque, explicó que la mesa de gobernanza tiene como objetivo abordar las diversas opiniones y planificar la reapertura de manera consensuada. Hasta la fecha, se han realizado dos reuniones y se han identificado aproximadamente 30 actores clave que serán involucrados en futuras discusiones. El objetivo es trabajar de manera armoniosa con diversas personas, entidades y organizaciones sociales, resolviendo dudas y aclarando malentendidos a través de un diálogo abierto y transparente.

Carlos Avellaneda, socio y fundador de la empresa Caminantes del Retorno, una de las tres agencias autorizadas para hacer el recorrido en el santuario, enfatiza la importancia de comprender que las adecuaciones realizadas tienen como propósito permitir el acceso mientras se protege el ecosistema. Las estructuras, hechas principalmente de madera, representan una intervención mínima con una funcionalidad importante: permitir que la gente visite el área mientras se minimiza el impacto ambiental. Avellaneda también destaca que el objetivo no es cerrar el santuario, sino fomentar un turismo consciente y sostenible.

El Santuario de Fauna y Flora de Iguaque alberga ecosistemas únicos de páramo (semihúmedo y seco) y bosque andino, siendo el único representante de páramo seco en el sistema nacional de parques naturales de Colombia. Sus siete humedales paramunos, distribuidos a más de 3.400 metros de altitud, son cruciales para el suministro de agua a los municipios cercanos y tienen una significancia especial asociada a la cultura Muisca, particularmente la Laguna Sagrada de Iguaque, el principal atractivo turístico del santuario.

Para proteger este valioso ecosistema, las opciones de visita han sido cuidadosamente reguladas. Actualmente, solo se permite el tránsito por dos senderos, ambos para visitas de un día. El Sendero Bachue tiene una capacidad de 88 personas, organizadas en grupos de 10 con intervalos de 15 minutos entre cada grupo. Este sendero tiene un nivel de exigencia alto y puede tomar aproximadamente seis horas ida y vuelta. El Sendero de observación de aves tiene una capacidad de 50 personas, debido a la naturaleza de la actividad, que requiere grupos pequeños y silencio para no perturbar a las aves. Este recorrido tiene una duración aproximada de dos horas y suele comenzar temprano, alrededor de las 6:00 o 6:30 AM.

Galindo puntualiza que los horarios están diseñados para que los visitantes puedan disfrutar plenamente de la experiencia y regresar antes del anochecer, considerando aspectos de seguridad y la disponibilidad de servicios de aseguradora en caso de emergencias. Además, recalca que actualmente no se permite el alojamiento dentro del santuario. Las cabañas, el hostal y las plataformas para acampar que antes estaban disponibles para los visitantes ahora están fuera de servicio. Esta medida significa que todas las visitas deben realizarse en modalidad de pasadía, es decir, ingresar y salir el mismo día.

El Santuario de Fauna y Flora Iguaque ofrece una variedad de actividades para los visitantes y colaboradores, todas enfocadas en la apreciación y conservación de la naturaleza. Entre las actividades destacadas se encuentran la investigación, la contemplación de la naturaleza, el senderismo, la observación de flora y fauna, y las actividades de restauración ecológica. Estas últimas suelen realizarse en colaboración con la comunidad local, entidades gubernamentales y organizaciones ambientales.

Para ingresar al parque, es necesario realizar una reserva con mínimo cinco días hábiles de anticipación. Las reservas se pueden realizar a través del correo electrónico reservas.iguaque@parquesnacionales.gov.co o mediante WhatsApp al número 3207103675. Es obligatorio contratar el servicio de guianza turística o de interpretación local, y adquirir un seguro de accidentes con asistencia. Los costos de ingreso varían según la edad y la nacionalidad del visitante.

Durante el viaje, es esencial llevar ropa adecuada para el clima frío y cambiante del parque, así como un almuerzo ligero y suficiente hidratación. El sendero del parque es exigente, con un recorrido total de aproximadamente nueve kilómetros ida y vuelta y un desnivel significativo. Por ello, es recomendable que los visitantes estén preparados físicamente.

Es fundamental seguir las normas y señalizaciones del parque, adoptar la filosofía de “Leave No Trace”, evitar molestar a la fauna, reducir el uso de recursos naturales y respetar las indicaciones de los guías y del personal del parque. Además, no se permite el ingreso de mascotas ni de plásticos de un solo uso, y se recomienda a los visitantes traer recipientes reutilizables para el agua.

Belany Cortes, líder de Roadtrip Colombia, recalca que, aunque el Santuario de Iguaque es una zona propicia para observar aves endémicas de alta montaña, es esencial respetar las normas y regulaciones establecidas para garantizar que el impacto humano se minimice. Por último, Galindo resalta que los parques nacionales son bienes de uso público, lo que significa que todas las personas tienen derecho a visitarlos. Sin embargo, este derecho conlleva la responsabilidad de contribuir a la conservación del área. Cada visitante debe entender su papel en la preservación de estos espacios naturales únicos y valiosos.

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