El rescate del Galeón San José ha capturado la imaginación de historiadores, arqueólogos y el público en general. La primera expedición, llevada a cabo del 23 de mayo al 1 de junio, marcó un hito en la exploración arqueológica submarina. Durante este período, se cubrió un área de 461.307 m², equivalente a más de 40 canchas de fútbol profesional. Este esfuerzo monumental fue liderado por el Ministerio de Cultura, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la Armada de Colombia y la Dirección General Marítima (Dimar).
El Galeón San José, un navío de 62 cañones de la armada española, fue hundido en 1708 por fuerzas británicas frente a las costas colombianas. La batalla de Barú, en la que el galeón fue destruido, fue inmortalizada por el pintor inglés Samuel Scott. Su ilustración muestra la explosión del navío, un evento que ha sido objeto de fascinación y estudio durante siglos.
El 22 de mayo de 2024, Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, anunció el inicio de la expedición científica del Galeón San José. Esta primera expedición reveló hallazgos significativos. Según el ICANH, “el área donde se ubica el naufragio del Galeón San José cuenta con más concentraciones de material arqueológico, además del cuerpo principal donde se encuentra la mayor cantidad de evidencias de la estructura de la embarcación y la carga que transportaba”.
El vicealmirante John Fabio Giraldo Gallo, director general marítimo, explicó que “el hallazgo de nuevas concentraciones de material arqueológico en el naufragio del Galeón San José revela la complejidad de analizar este evento histórico desde su hundimiento. La localización, registro y documentación de estas evidencias son fundamentales para comprender la distribución de los materiales que constituyen el Galeón y, también, la dispersión de sus restos en el Área Arqueológica Protegida”.
La exploración reveló un mapa de evidencias arqueológicas inédito. Esto amplió significativamente lo conocido hasta ahora. En 2022, se habían detectado concentraciones de vestigios arqueológicos en la zona del naufragio. Sin embargo, la reciente exploración permitió caracterizar estas acumulaciones con mayor detalle y descubrir nuevos elementos aislados.
Entre los hallazgos se encuentran componentes estructurales del barco, como un ancla, anillas y un posible clavo. También se encontraron objetos de uso cotidiano, como botijas, botellas de vidrio y un bacín. Alhena Caicedo, directora del ICANH, comentó: “Creemos que hay posibilidades de encontrar nuevos vestigios que amplíen la información que habíamos tenido hasta el momento, obtenida en 2022”.
Además de los hallazgos arqueológicos, la expedición reveló la diversidad biológica en el lecho marino cercano al galeón. Se identificaron especies como un tiburón sin aleta dorsal y un pez espada, que habitan en profundidades superiores a los 600 metros. El hundimiento ha creado un ecosistema dinámico y vivo en el fondo del lecho, proporcionando refugio y alimento a diversas formas de vida marina.
Juan David Correa, el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, concluyó: “A partir de una nueva observación este año, tomaremos las decisiones con las cuales continuaremos la misión en 2025 y 2026. En octubre anunciaremos cuáles serán los próximos pasos en 2025 de este viaje Hacia el corazón del Galeón San José”.
La expedición del Galeón San José no solo ha arrojado luz sobre un evento histórico significativo, sino que también ha abierto nuevas posibilidades para futuras investigaciones. La combinación de hallazgos arqueológicos y biológicos subraya la importancia de este esfuerzo multidisciplinario. La comunidad científica y el público esperan con ansias los próximos pasos en esta fascinante aventura.
