Juan Ricardo Lozano, conocido por sus personajes Alerta y el Cuenta huesos, se convirtió en una figura emblemática del humor en Colombia, especialmente por su participación en el programa ‘Sábados Felices’ de Caracol Televisión. Sin embargo, su trayectoria en el canal tomó un giro inesperado en 2018 cuando fue despedido, un evento que desencadenó una serie de acciones legales por parte del humorista. La ausencia de una justificación clara por parte de la empresa propició que Lozano iniciara un proceso legal, el cual, tras un periodo extenso, ha resultado favorable para él en primera instancia.
La situación laboral de Lozano en Caracol Televisión, según sus propias palabras, estuvo marcada por “varios atropellos” como trabajador. Esta afirmación la hizo pública a través de su cuenta de Instagram, donde expresó que la verdad finalmente había salido a la luz. A pesar de que el proceso aún no ha concluido, las señales apuntan a que se dirige hacia el desenlace que el humorista anhela.
En su búsqueda por la justicia, ‘Alerta’ compartió detalles sobre los motivos que lo llevaron a demandar al canal en una entrevista con el programa ‘Lo sé todo’, así como en una conversación con la W Radio. Reveló que su despido ocurrió tras denunciar una situación de acoso sexual y laboral que involucraba a una compañera de trabajo dentro de la producción. Lozano, quien había sido parte del elenco de ‘Sábados Felices’ desde 1991, actuó con la intención de proteger a su colega, llevando el caso ante los ejecutivos del canal.
El humorista relató cómo se dirigió a Juan Ignacio, uno de los altos ejecutivos del área de entretenimiento de Caracol, y le presentó evidencia del acoso: “Mira, tengo el número de la señora que ha sido acosada”. A pesar de su expectativa de que se iniciara una investigación y se tomaran medidas pertinentes, la respuesta del canal fue inesperadamente drástica: su contrato no fue renovado, dejándolo sin una explicación.
La lucha legal de Juan Ricardo Lozano ha sido larga y desafiante, pero su determinación parece inquebrantable. Tras seis años desde el inicio del proceso, el humorista se mantiene firme en su propósito de llevar la batalla hasta alcanzar un “final feliz”. Su caso no solo resalta la importancia de la justicia en el ámbito laboral, sino que también pone de manifiesto la necesidad de abordar y erradicar el acoso en todas sus formas dentro de la industria del entretenimiento y más allá.
