La Universidad Nacional ha estado en paro indefinido desde el 21 de marzo. La principal razón es la designación de José Ismael Peña como rector, un proceso que la comunidad educativa ha catalogado de “irregular” e “ilegítimo”. Desde entonces, se han presentado paros, protestas, movilizaciones y hasta el cese de actividades académicas. En varias oportunidades se llegó a pensar en la posibilidad de que se cancelaría el semestre académico. Sin embargo, la universidad entregó un parte de tranquilidad y, por medio de la resolución 539 de 2024, publicó las modificaciones del calendario académico del primer semestre de 2024.
En el documento, la institución señaló que las clases se retomarán el 1° de junio e irán hasta el 9 de agosto. Además, los docentes tendrán desde las 5 p.m. del 7 de junio hasta las 5 p.m. del 9 de agosto de 2024 para realizar sus reportes del 100% de calificaciones al SIA, la plataforma de la Universidad Nacional. La institución, no obstante, advierte que “la fecha de finalización de clases y reporte del 100% de calificaciones al SIA establecida en primer académico 2024, requiere de una evaluación permanente con base en la reanudación de actividades de cada sede”.
En cuanto a las graduaciones, la resolución estipula que se “establecerá una tercera ceremonia de grados colectiva para 2024, según fechas deberán ser definidas en función de la culminación del periodo 2024-1 en cada una de las sedes”. Cabe resaltar que en la mañana de este miércoles, 29 de mayo, se llevó a cabo un debate de control sobre la autonomía universitaria, a propósito de la situación por la que atraviesa la universidad debido al proceso en el que se designó a José Ismael Peña como rector. Durante el debate, Vergara explicó que “el cargo de rector de la Universidad Nacional se encuentra vacante” y, posteriormente, explicó algunos detalles de la sesión que se llevó a cabo el pasado 21 de marzo.
La ministra finalizó su intervención explicando que quien está tomando decisiones en este momento en la institución cuenta con el respaldo “de un Consejo Superior que sistemáticamente disuelve el quórum cuando se les presenta la posibilidad de responder con un acta que sea coherente con lo que ocurrió en la sesión”. Por el momento, la ministra aclaró que en la agenda del Gobierno Nacional no está violentar la autonomía universitaria y que una de las principales salidas es la de designar a un rector encargado mientras se soluciona la crisis.
La situación en la Universidad Nacional es compleja y multifacética. La designación de José Ismael Peña como rector ha sido el detonante de una serie de eventos que han paralizado la institución. La comunidad educativa ha expresado su descontento de diversas maneras, desde paros y protestas hasta la suspensión de actividades académicas. La resolución 539 de 2024 busca ofrecer una solución temporal al problema, ajustando el calendario académico para permitir la reanudación de clases y la realización de reportes de calificaciones.
Sin embargo, la resolución también deja claro que estas fechas están sujetas a cambios, dependiendo de la reanudación de actividades en cada sede. Esto añade un elemento de incertidumbre a la situación, ya que no hay garantía de que las clases puedan reanudarse según lo planeado. Además, la resolución también menciona la posibilidad de una tercera ceremonia de grados colectiva, lo que sugiere que la universidad está buscando maneras de minimizar el impacto del paro en los estudiantes que están cerca de graduarse.
El debate de control sobre la autonomía universitaria celebrado el 29 de mayo también es un elemento crucial en esta narrativa. Durante el debate, se discutió la vacante en el cargo de rector y se revelaron detalles sobre la sesión del 21 de marzo. La ministra explicó que las decisiones actuales en la institución están siendo tomadas por un Consejo Superior que, según ella, disuelve el quórum cuando se les presenta la posibilidad de responder con un acta coherente con lo ocurrido en la sesión. Esto sugiere que hay una falta de transparencia y responsabilidad en el proceso de toma de decisiones, lo que podría estar contribuyendo a la crisis actual.
La ministra también aclaró que el Gobierno Nacional no tiene la intención de violentar la autonomía universitaria. Esto es un punto importante, ya que la autonomía universitaria es un principio fundamental en muchas instituciones de educación superior. La ministra sugirió que una de las principales soluciones podría ser la designación de un rector encargado mientras se resuelve la crisis. Esta propuesta podría ser una manera de estabilizar la situación a corto plazo, pero no aborda las preocupaciones más profundas sobre la legitimidad del proceso de designación del rector.
En resumen, la situación en la Universidad Nacional es un reflejo de problemas más amplios en el sistema de educación superior. La designación de José Ismael Peña como rector ha desencadenado una serie de eventos que han paralizado la institución y generado un debate sobre la autonomía universitaria y la transparencia en la toma de decisiones. La resolución 539 de 2024 ofrece una solución temporal, pero la incertidumbre persiste. La propuesta de designar a un rector encargado podría ser un paso hacia la estabilización, pero no resuelve las preocupaciones subyacentes sobre la legitimidad y la transparencia.
