El día que debía ser uno de los más felices para una pareja de novios en la región iraquí de Nínive, se convirtió en una tragedia de proporciones inimaginables. Un incendio en el salón de bodas donde se celebraba su unión, dejó un saldo de al menos 114 muertos, incluyendo a los novios, y más de 200 heridos.
Imad Yohana, uno de los asistentes que logró escapar del incendio, relató a la BBC la escena de horror que vivió: “Vimos el fuego pulsando, saliendo del pasillo. Algunos lograron salir, pero los que no, se quedaron atrapados. Incluso los que lograron salir quedaron destrozados”.
Las cifras de muertos y heridos fueron confirmadas por el portavoz del Ministerio de Salud de Irak, Saif al Badr, quien declaró a la agencia de noticias INA que “el Departamento de Salud de Nínive registró 114 muertos y más de 200 heridos como cifra preliminar como resultado del incendio del salón de bodas en Al Hamdaniya”. Sin embargo, el vicegobernador de Nínive ha dejado entrever a la BBC que estas cifras no son estables y aún pueden variar.
Tras el incendio, el primer ministro iraquí ya ha conversado telefónicamente con el gobernador de Nínive para evaluar el impacto del incendio. Al Sudani, por su parte, hizo un llamado a la movilización de todos los recursos posibles para brindar ayuda a los afectados, incluso a través de las redes sociales.
La principal hipótesis que se maneja es que el incendio fue consecuencia de un accidente con fuegos artificiales, muy habituales en las celebraciones matrimoniales. La construcción del salón contenía materiales inflamables, lo que aumenta la probabilidad de que contribuyera a la expansión de las llamas cuando más de 1.000 personas estaban en su interior. La defensa civil ya había advertido del peligro de estos materiales, que eran altamente inflamables y contravenían las normas de seguridad.
En respuesta a la tragedia, el gobernador de Nínive ha declarado una semana de duelo en la provincia y un minuto de silencio este jueves por las víctimas del incendio. Al Sudani también ha respaldado esta medida.
El ministro de Interior, Abdul Amir al Shammari, ha anunciado la apertura de un comité de investigación para determinar qué ocurrió y dar con la verdad lo antes posible. Además, ha emitido una orden de arresto a los cuatro dueños del local al no cumplir los estándares mínimos de construcción.
Este suceso ha dejado una huella imborrable en la región de Nínive y en todo Irak. La alegría de una boda se transformó en luto y desolación, y las preguntas sobre cómo pudo suceder algo así aún resuenan en el aire. La investigación en curso buscará dar respuestas a estas preguntas y, con suerte, ayudará a prevenir que tragedias como esta se repitan en el futuro.
