La industria del entretenimiento se encuentra en constante evolución, y un claro ejemplo de ello es la incursión de Sofía Vergara en un terreno que, hasta ahora, había sido poco explorado en su carrera. La actriz barranquillera, conocida mundialmente por su papel en la serie “Modern Family”, se adentra en el mundo del narcotráfico interpretando a una de las figuras más emblemáticas y temidas de este oscuro panorama: Griselda Blanco. Esta transformación se materializa en la miniserie “Griselda”, compuesta por seis episodios, que pronto verá la luz en la plataforma de Netflix, generando una gran expectativa entre el público y la crítica.
La llegada de Sofía Vergara a Colombia el pasado 17 de enero no fue un evento más en la agenda de la actriz. Su presencia marcó el inicio de la promoción de “Griselda”, una producción que promete cautivar a la audiencia con una narrativa intensa y una caracterización profunda de la protagonista. La Toty, como cariñosamente la llaman sus amigos, se rodeó de glamour y expectación durante la premier en Bogotá, compartiendo la alfombra roja con sus compañeros de reparto, quienes también han sido parte esencial de este ambicioso proyecto.
El proceso de caracterización de Vergara para encarnar a la Madrina del narcotráfico fue meticuloso y exigente. Horas de trabajo con maquilladores y estilistas fueron necesarias para lograr una transformación que la alejara de la imagen a la que nos tenía acostumbrados y la acercara a la imponente figura de Griselda Blanco. Este cambio no solo fue físico, sino también emocional y conductual, ya que la actriz tuvo que adoptar hábitos y manierismos que nunca antes había experimentado, como aprender a fumar y a simular la fabricación de cocaína, anécdotas que compartió con humor en su aparición en “The Tonight Show with Jimmy Fallon”.
La serie “Griselda” no solo representa un desafío actoral para Vergara, sino también una oportunidad de crecimiento profesional, asumiendo el rol de productora ejecutiva. Esta faceta le ha permitido involucrarse de manera más profunda en el proceso creativo y de producción, algo que, según sus propias palabras, la ha llenado de emoción y satisfacción. El equipo de Netflix Latinoamérica ha sido transparente en mostrar el detrás de escena de esta transformación, revelando el tiempo y el esfuerzo invertidos en cada detalle.
El director y productor ejecutivo, Andrés Baiz, resaltó la importancia de contar con una actriz colombiana para el papel de Griselda, subrayando la redefinición artística que esto supone para Vergara. Por su parte, Eric Newman, creador y también productor ejecutivo, enfatizó la relevancia de la historia de Griselda Blanco en el contexto del narcotráfico, destacando su papel pionero en un mundo dominado por hombres. La meticulosidad en la recreación de la época y el contexto en Miami durante los años 70 y 80 fue crucial para Newman, quien buscaba autenticidad en cada escena.
La serie también ha sido un punto de encuentro familiar para Vergara, quien ha compartido set con su prima menor, Paulina Dávila. Dávila, cuya carrera comenzó en Colombia y se consolidó en México, ha encontrado en “Griselda” una oportunidad de oro para demostrar su talento y versatilidad. La decisión de Vergara de incluir a su prima en el elenco no solo refleja un gesto de confianza y apoyo familiar, sino también el deseo de forjar un legado actoral conjunto.
La metamorfosis de Sofía Vergara en Griselda Blanco es, sin duda, uno de los aspectos más comentados de la producción. La actriz ha tenido que despojarse de su imagen previa y sumergirse en un personaje con una carga histórica y emocional considerable. La serie promete ser un hito en su carrera, marcando un antes y un después en su trayectoria actoral. La expectativa es alta y el interés del público se mantiene en ascenso, a medida que se revelan más detalles de esta producción que busca no solo entretener, sino también reflexionar sobre la complejidad de los personajes que han marcado la historia reciente.
