La reciente victoria del equipo de gimnasia de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos ha sido un evento lleno de emociones y revelaciones sorprendentes. Simone Biles, la gimnasta más condecorada en la historia olímpica, compartió un detalle curioso durante la rueda de prensa posterior a la competición. Junto a sus compañeras Jordan Chiles, Suni Lee, Jade Carey y Hezly Rivera, Biles celebró la histórica victoria en la que Italia y Brasil les acompañaron en el podio con la plata y el bronce, respectivamente.
Durante la rueda de prensa, Biles reveló el apodo poco convencional que las propias gimnastas han dado al equipo de Estados Unidos: ‘FAAFO’, un acrónimo de “Fuck Around And Find Out”, que en español se traduciría por “Joder y descubrirlo”. Inicialmente, Biles se mostró reacia a compartirlo, pero tras la insistencia de sus compañeras y una sugerencia para abreviarlo, el apodo salió a la luz, provocando risas entre los periodistas presentes. Más tarde, Biles aclaró en una publicación en su cuenta de Instagram que el nombre oficial del equipo era “Golden Ladies” (las “Chicas de oro” en español), en referencia a ser el equipo olímpico más veterano y todos los éxitos conseguidos.
Además de la revelación del apodo del equipo, horas después, Simone Biles volvió a utilizar su cuenta de Instagram para lanzar otro mensaje, este un poco menos humorístico y mucho más reivindicativo. La campeona de ocho medallas olímpicas quiso recordar a su ex compañera de equipo, MyKayla Skinner. En un video de YouTube ahora eliminado, Skinner había criticado al equipo de 2024 por su supuesta falta de ética de trabajo. Biles respondió a estas críticas con una publicación celebrando la victoria del equipo, subtitulada con una foto velada de un ex miembro del equipo y la frase: “Falta de talento, pereza, campeones olímpicos”, acompañada de emojis de corazón, medalla de oro y la bandera estadounidense.
La jornada del martes fue un triunfo rotundo para el equipo estadounidense, que se llevó el oro con 171,296 puntos, dejando a Italia y Brasil con la plata y el bronce, respectivamente. Los seguidores estadounidenses tomaron las calles de París y abarrotaron las gradas del Estadio de Bercy, animando sin cesar al equipo desde el inicio de la competencia. El ambiente festivo alrededor del estadio era palpable. Desde las primeras horas, los entornos del pabellón resonaban con el “Born in the USA” de Bruce Springsteen, mientras los aficionados ondeaban pequeñas banderas y disfrutaban del clima veraniego.
Entre los asistentes destacados se encontraban los padres de Biles y su esposo, Jonathan Owens, jugador de la NFL, quien recibió un permiso especial de los Chicago Bears para apoyar a su mujer en París. La presencia de figuras como Serena Williams y Nadia Comaneci, junto al presidente del comité organizador de los Juegos, Tony Estanguet, en el palco de Bercy, subrayó la importancia del evento.
El equipo de EEUU salió al tapiz con confianza y determinación. Vestidas con maillots de los colores patrios, comenzaron a acumular puntos desde el primer ejercicio. Desde el salto inicial de Jordan Chiles hasta la última rutina de suelo de Biles, las gimnastas demostraron su superioridad y precisión. A pesar de un pequeño error de Biles en la penúltima diagonal del suelo, el equipo ya había asegurado la victoria, y la multitud celebró cada movimiento con entusiasmo.
La entrega de medallas fue el clímax de una jornada inolvidable. Las gimnastas, envueltas en la bandera estadounidense, celebraron su triunfo bajo los vítores ensordecedores del público. Este oro consolida aún más la leyenda de Biles y su equipo, dejando una marca indeleble en la historia de la gimnasia olímpica.
La victoria del equipo estadounidense no solo fue un triunfo deportivo, sino también un momento de reivindicación y unidad. La revelación del apodo ‘FAAFO’ y la respuesta de Biles a las críticas de Skinner muestran la fortaleza y camaradería del equipo. El apoyo incondicional de los seguidores y la presencia de figuras destacadas en el evento subrayan la importancia de este logro. La determinación y precisión demostradas por las gimnastas en cada ejercicio reflejan el arduo trabajo y dedicación que las ha llevado a la cima. La celebración bajo la bandera estadounidense es un testimonio del orgullo y la pasión que estas atletas sienten por su país y su deporte.
