Sean “Diddy” Combs, uno de los empresarios más influyentes de la industria musical, ahora enfrenta un sombrío capítulo en su vida: una serie de cargos federales que podrían poner fin a su libertad. Las acusaciones de tráfico sexual, conspiración de extorsión y otros delitos han sacudido su carrera y han acaparado titulares en todo el mundo. Si es encontrado culpable, las sentencias oscilan entre 15 años y cadena perpetua, lo que representa un golpe monumental para el magnate del hip hop.
El caso, que ha sido descrito como uno de los más impactantes en la historia reciente del entretenimiento, involucra detalles espeluznantes sobre supuestas orgías forzadas y el uso de violencia e intimidación para silenciar a las víctimas. Las investigaciones han llevado a múltiples allanamientos en las propiedades de Diddy, donde las autoridades han encontrado evidencia inquietante, la cual será expuesta en el juicio.
Los cargos presentados contra Sean “Diddy” Combs incluyen tráfico sexual por la fuerza, conspiración para extorsionar y transporte con fines de prostitución. Estas acusaciones surgen de una investigación federal que detalla eventos sexuales organizados, conocidos como “Freak Offs”, donde supuestamente las víctimas eran drogadas y forzadas a participar en actos sexuales que, en ocasiones, duraban días. Testimonios de más de 50 víctimas y testigos refuerzan el caso.
Según el abogado Neama Rahmani, exfiscal federal, el caso “es cien por ciento seguro que irá a juicio”. Combs es acusado de ser la mente maestra detrás de estos eventos, en los que, según la acusación, utilizaba su poder e influencia para atraer a mujeres bajo el pretexto de una relación romántica, solo para someterlas a un abuso sistemático.
La acusación también menciona que durante los allanamientos realizados en marzo de 2023 en sus residencias de Miami y Los Ángeles, las autoridades encontraron más de 1.000 botellas de lubricantes y aceites, junto con armas de alto calibre como rifles AR-15 con los números de serie borrados. A lo largo de la investigación, los fiscales han reunido testimonios de más de 50 víctimas y testigos, y se espera que ese número siga creciendo.
El abogado de Combs, Marc Agnifilo, ha argumentado que estas relaciones fueron consensuadas y no coercitivas, y que los eventos privados de su cliente no deberían ser objeto de escrutinio judicial. Sin embargo, los fiscales federales mantienen que el empresario utilizó amenazas, violencia y chantaje para controlar a las mujeres involucradas en estos “Freak Offs”.
El camino legal de Diddy será largo y complejo. Tras su arresto el 16 de septiembre de 2024, Combs compareció en una audiencia de acusación en la que se declaró inocente de los cargos en su contra. Ahora, la próxima etapa clave será la audiencia de detención, que, según Rahmani, determinará si Combs podrá esperar su juicio en libertad bajo fianza. Los abogados de la defensa han propuesto un paquete de fianza de 50.000 dólares, pero la jueza negó la solicitud tras el pedido de los fiscales, argumentando un posible peligro para la comunidad.
Aunque el derecho a un juicio rápido permite que este se celebre dentro de los 70 días posteriores a la primera comparecencia, es poco probable que Diddy insista en este plazo. Es común que los acusados renuncien a ese derecho para ganar tiempo y preparar mejor su defensa. Si Diddy sigue esta estrategia, su juicio podría celebrarse a principios del próximo año.
Antes de que el juicio comience, la defensa de Diddy presentará diversas mociones preprocesales para intentar desestimar algunos de los cargos o suprimir ciertas pruebas. No obstante, Rahmani cree que este caso “cien por ciento irá a juicio”, dado que Combs no aceptará ningún acuerdo de culpabilidad que implique pasar décadas en prisión.
La magnitud de los cargos que enfrenta Sean Combs es tal que, si es hallado culpable, las penas podrían oscilar entre 15 años y cadena perpetua. El tráfico sexual y la extorsión son delitos graves, y la fiscalía tiene una montaña de pruebas que incluye testimonios de decenas de víctimas, registros financieros y videos de los llamados “Freak Offs”.
El abogado Rahmani destaca que, dado que las acusaciones involucran actos violentos y amenazas contra testigos, es muy probable que los fiscales busquen la pena máxima. “Diddy no va a aceptar un acuerdo donde tenga que pasar décadas en una prisión federal”, señaló el letrado, lo que refuerza la expectativa de que el juicio será largo y contencioso.
Si bien la defensa argumentará que las relaciones fueron consensuadas y que las pruebas en su contra son insuficientes, el hecho de que las autoridades hayan encontrado armas ilegales en sus propiedades y que el caso esté sustentado por la Ley de Supervivientes Adultos de Nueva York (permite a las víctimas de agresiones sexuales presentar demandas décadas después de los hechos) complica su situación.
Con la reputación de Diddy en juego y la posibilidad de una condena que lo mantendría en prisión de por vida, este caso podría marcar un antes y un después en su carrera y en la forma en que la industria del entretenimiento maneja las acusaciones de delitos sexuales.
