En un mundo cada vez más interconectado, las historias personales trascienden fronteras y se convierten en espejos donde sociedades enteras pueden verse reflejadas. Así ha sucedido con un capítulo del programa coreano “My Golden Kids”, que ha traspasado el ámbito televisivo para convertirse en un tema de discusión global sobre la crianza y las dinámicas familiares. Este fenómeno mediático nos invita a explorar las complejidades de la paternidad y maternidad en el contexto contemporáneo, así como las repercusiones emocionales que pueden tener ciertas prácticas parentales en los niños.
El episodio 169 de “My Golden Kids”, emitido en 2020, ha capturado la atención de la audiencia internacional debido a la conmovedora historia de Geum Ji-Eun, un niño de 4 años que expresa sentirse abandonado y rechazado por sus padres. Las palabras del pequeño, “Estoy solo en mi casa conmigo, nadie juega”, resuenan con un eco de soledad que ha tocado el corazón de muchos espectadores. La situación se agrava cuando describe el temor que le provoca su padre cuando está enojado y su deseo de ser llamado amablemente, así como la tristeza que siente al percibir que no es del agrado de su madre.
La interacción entre Geum Ji-Eun y su madre, captada por las cámaras, revela la dificultad de esta última para expresar comentarios positivos o de afirmación hacia su hijo. Un ejemplo de ello es cuando le dice que “para ir a la escuela de arte necesitas verte bien y tú no te ves bien”. Estas palabras, junto con la reacción de los padres al verse reflejados en la percepción de su hijo, han generado una ola de críticas y comentarios negativos en las redes sociales.
Sin embargo, es importante destacar que la madre del niño atribuye su comportamiento a su propia crianza en un hogar donde no hubo muchas manifestaciones de amor. Este detalle es crucial para entender que las prácticas parentales se transmiten de generación en generación y que, a menudo, los padres replican lo que vivieron en su infancia, incluso sin darse cuenta del impacto que puede tener en sus propios hijos.
La psiquiatra Oh Eun Young, presente en el programa, ofrece un consejo valioso a los padres: dedicar al menos 30 minutos después del trabajo para pasar tiempo con su hijo. Este consejo subraya la importancia del tiempo de calidad en la relación entre padres e hijos, y cómo la atención y el amor de los padres son fundamentales para el bienestar emocional de los niños.
Las reacciones al video no se han limitado a la crítica, sino que también han generado reflexiones sobre la responsabilidad que conlleva ser padre o madre. Usuarios de redes sociales han comentado sobre la importancia de una maternidad y paternidad deseada, así como de la necesidad de ser un adulto sano emocional y mentalmente para poder ofrecer un entorno amoroso y seguro a los hijos.
Este caso particular resuena con la situación demográfica de Corea del Sur, un país que enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. En 2020, Corea del Sur experimentó un hito histórico al registrar más muertes que nacimientos, lo que ha encendido las alarmas sobre el futuro demográfico del país. Julie Yoon, del Servicio Coreano de la BBC, señala que la caída en el índice de natalidad se debe en gran parte a las dificultades que enfrentan las mujeres surcoreanas para equilibrar el trabajo con otras exigencias de la vida.
Este contexto nos lleva a reflexionar sobre cómo las presiones sociales y económicas influyen en las dinámicas familiares y en la crianza de los hijos. La historia de Geum Ji-Eun no es solo un reflejo de un problema individual, sino que también es indicativa de desafíos más amplios que enfrentan muchas familias en la sociedad moderna. La crianza de los hijos en un mundo donde el tiempo es un recurso escaso y las demandas laborales son altas, plantea preguntas sobre cómo las sociedades pueden apoyar a las familias para que puedan proporcionar el amor, la atención y el tiempo que los niños necesitan para su desarrollo emocional y psicológico.
La viralización del episodio de “My Golden Kids” ha abierto un diálogo necesario sobre la paternidad y maternidad en el siglo XXI, y cómo las estructuras sociales y culturales pueden y deben adaptarse para fomentar relaciones familiares saludables. A medida que continuamos observando y aprendiendo de historias como la de Geum Ji-Eun, es esencial que busquemos formas de apoyar a los padres y madres en su rol, y de reconocer la importancia de la presencia emocional y física en la vida de los niños.