En la madrugada de este martes, la ciudad de Baltimore fue testigo de un suceso que ha conmocionado a la comunidad y ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de sus servicios de emergencia. El puente Francis Scott Key, una estructura vital para el tráfico y la economía local, se derrumbó tras ser impactado por un gran barco portacontenedores. Este incidente, capturado en video y difundido por CNN, ha desencadenado una operación de rescate de gran envergadura, en la que las autoridades se han volcado para atender a las víctimas de este desastre.
Las llamadas al 911 comenzaron a recibirse alrededor de la 1:30 am, hora del este de Estados Unidos, alertando sobre el choque de un barco que viajaba desde Baltimore contra una de las columnas del puente. Kevin Cartwright, director de comunicaciones del Departamento de Bomberos de Baltimore, describió la situación como una “emergencia extrema”. La prioridad, según Cartwright, es el rescate y la recuperación de las personas afectadas por este trágico suceso, que ha sido calificado como un “evento en desarrollo con víctimas masivas”.
La complejidad de la operación de rescate se ve agravada por la presencia de carga y retenedores colgando del puente, lo que representa un riesgo adicional para los socorristas. Estas condiciones inseguras e inestables requieren que las operaciones se lleven a cabo con extrema cautela. A pesar de estos desafíos, el jefe del cuerpo de bomberos de Baltimore, James Wallace, informó que ya se han rescatado a dos personas del agua, una sin lesiones y otra en estado grave, y se continúa la búsqueda de más de siete personas, aunque este número podría variar debido a la magnitud del incidente.
La tecnología juega un papel crucial en esta operación, con el uso de sonar, drones y tecnología de infrarrojos para localizar a personas y vehículos que pudieron haber caído al río Patapsco desde el puente. La detección de vehículos sumergidos en el agua añade otra capa de complejidad a la ya difícil tarea de los equipos de rescate.
El alcalde de Baltimore, Brandon Scott, ha expresado su consternación ante este acontecimiento, calificándolo de “tragedia indescriptible”. Aunque hay preocupación por el estado del puente, el tráfico y el puerto, Scott enfatiza la importancia de centrar la atención en las víctimas y sus familias, quienes se encuentran en un momento de incertidumbre y dolor. La misión de búsqueda y rescate, descrita por el alcalde como un “esfuerzo de todos”, refleja el compromiso de la comunidad y las autoridades para enfrentar las consecuencias de este desastre y brindar apoyo a los afectados.
Este trágico suceso no solo ha impactado a las víctimas y sus familias, sino que también plantea preguntas sobre la seguridad de las infraestructuras y la preparación ante emergencias de este tipo. La comunidad de Baltimore, unida en el dolor, se enfrenta ahora al desafío de recuperarse de este golpe, mientras las autoridades trabajan incansablemente para esclarecer las circunstancias que llevaron al colapso del puente Francis Scott Key y asegurar que se tomen las medidas necesarias para prevenir futuros incidentes de esta naturaleza. La solidaridad, la resiliencia y el esfuerzo conjunto serán fundamentales en el proceso de reconstrucción y sanación que espera a esta histórica ciudad.
