En la madrugada del miércoles 4 de septiembre, en el suroriente de Cali, la Policía Metropolitana logró frustrar un atentado terrorista. El hecho ocurrió en la estación de Policía en el sector conocido como El Vallado, cerca de la Parroquia San Ambrosio de Milán. Un vehículo blanco cargado de explosivos fue abandonado en el sector, lo que generó una rápida respuesta de las autoridades.
El grupo Antiexplosivos de la Policía llegó al lugar y activó un protocolo de emergencia. La comunidad fue evacuada ante la amenaza del carro bomba. El coronel Germán Manrique, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, explicó que las unidades de vigilancia tomaron contacto con la comunidad, la cual les informó sobre un vehículo sospechoso que llevaba varias horas parqueado y encendido.
Los uniformados realizaron una inspección puerta a puerta por toda la jurisdicción, determinando que no había un responsable directo del vehículo. El coronel Manrique detalló que se inició un protocolo para estos casos de vehículos sospechosos, que incluyó la participación de guías caninos carabineros y labores de criminalística. Se determinó que el vehículo contenía elementos de apariencia extraña, por lo que fue trasladado a las instalaciones de criminalística para una revisión minuciosa.
El alcalde de Cali, Alejandro Éder, agradeció a las autoridades por su oportuna reacción. “Gracias a la oportuna reacción de la Policía en la madrugada, logramos prevenir un aparente acto terrorista en el barrio El Vallado en la ciudad de Cali”, afirmó. Éder agregó que este es el cuarto intento de ataque terrorista en lo corrido del año y que no permitirán que estos actos continúen. Además, invitó a la ciudadanía a llamar a la línea 123 con cualquier información que pueda ayudar a capturar a los responsables, ofreciendo una recompensa de hasta 100 millones de pesos.
Katherine Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Ciudad Córdoba, contó a Caracol Radio que los vecinos vivieron momentos de pánico cuando las autoridades los evacuaron de sus viviendas para adelantar la investigación. “Se escucharon dos detonaciones controladas por la Policía. La comunidad fue evacuada desde las dos de la mañana”, reveló. Gómez añadió que la zona donde se encontró el vehículo incluye la Estación de Policía El Vallado, la parroquia y un coliseo. Afortunadamente, el vehículo no explotó y no causó una tragedia, lo que recordó a la comunidad un incidente similar ocurrido hace algunos años.
Más detalles del atentado terrorista revelan que aproximadamente a las 10 de la noche del martes 3 de septiembre, la Policía Nacional localizó una camioneta Kia Sportage, de placas UEN928, abandonada en la calle 51 #41-13 del barrio El Vallado. Según el reporte policial liderado por el general William René Salamanca, el vehículo se encontraba en una zona cercana a la estación de policía de El Vallado. Horas más tarde, alrededor de la 1:30 de la madrugada del miércoles 4 de septiembre, el equipo de antiexplosivos confirmó que la camioneta contenía material explosivo.
Fuentes de la Policía Metropolitana de Cali informaron al diario El Tiempo que la camioneta está registrada a nombre de Miguel Antonio Bohórquez Díaz, residente en Soacha, Cundinamarca. El vehículo no había sido reportado como robado ni se tiene documentación que lo involucre en actividades delictivas previas. Las autoridades se encuentran en la búsqueda de Bohórquez Díaz para que rinda cuentas sobre este incidente.
La situación en Cali es preocupante, ya que este es el cuarto intento de ataque terrorista en lo que va del año. La comunidad se encuentra en alerta y las autoridades están trabajando arduamente para prevenir futuros atentados. La colaboración ciudadana es crucial en estos momentos, y se espera que la recompensa ofrecida motive a las personas a proporcionar información valiosa.
El incidente también pone de relieve la importancia de la vigilancia comunitaria y la rápida respuesta de las autoridades. La Policía Metropolitana de Cali ha demostrado su capacidad para manejar situaciones de alta tensión y proteger a la comunidad. Sin embargo, la amenaza de ataques terroristas sigue siendo una realidad, y es fundamental que tanto las autoridades como la ciudadanía permanezcan vigilantes y colaboren estrechamente.
