El Festival Internacional de Cine de Venecia ha sido testigo de un momento memorable. El cineasta australiano Peter Weir, conocido por películas icónicas como ‘Dead Poets Society’ (1989) y ‘El show de Truman’ (1998), recibió el León de Oro honorífico. Este galardón reconoce su destacada trayectoria en el mundo del cine. Durante la ceremonia, Weir hizo una reflexión profunda sobre la creatividad y el ruido del mundo moderno. “La mente es más extraordinaria que internet”, afirmó con convicción.
Peter Weir posó con orgullo tras recibir el León de Oro a la trayectoria. La proyección de su película ‘Master and Commander’ fue el broche de oro de la jornada. En una rueda de prensa previa al galardón, Weir compartió su visión sobre el cine y la creatividad. “Si tuviera que comenzar hoy en el cine diría que lo mejor es ni siquiera tomar una cámara, sino papel y lápiz para escribir ideas, pensamientos, pequeñas narraciones”, aconsejó. Para él, es esencial evadirse del exceso de información y buscar lugares tranquilos. “Trabajar en un buque mercante, permitir que la imaginación se desarrolle y no se vea saturada de información”, añadió.
La Mostra veneciana justificó su decisión de otorgar el León de Oro honorífico a Weir por considerarlo “uno de los grandes directores del cine moderno”. Sus películas, como ‘Gallipoli’ (1981), ‘The Year of Living Dangerously’ (1982) y ‘The Mosquito Coast’ (1986), han dejado una huella imborrable en la historia del cine. Alberto Barbera, director del certamen, destacó: “Celebrando el gusto de la narración y un romanticismo innato, Weir ha logrado reforzar su propio lugar en Hollywood al tiempo que marcaba una distancia neta con el sistema del cine estadounidense”.
A sus 80 años, Weir lleva una vida apacible en Sídney. Se dedica principalmente a la lectura de libros históricos y a reflexionar sobre el mundo. Para él, este es el mejor modo de ejercitar la creatividad. “Hagan ejercicios con los músculos del cerebro. Somos capaces de cosas extraordinarias con nuestra mente, mucho más de lo que se puede hacer con internet. Tenemos dentro de nosotros un ordenador extraordinario que debe ser ejercitado”, aconsejó al público, compuesto en su mayoría por jóvenes cinéfilos.
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Weir encuentra inspiración en lugares con un rico patrimonio cultural e histórico, como Italia y sus ciudades únicas. Venecia, en particular, le “recarga la batería de la creatividad”. La Mostra también entregó otro León de Oro honorífico a la actriz Sigourney Weaver. Durante la ceremonia, Weaver agradeció públicamente a Weir por haberla hecho “enamorarse del cine” con papeles en cintas como ‘The Year of Living Dangerously’.
El cineasta, con el galardón en las manos, reflexionó sobre su carrera. “Mi vida ha sido rica pero extraña. No importa cuánto domines tu oficio, hay algo que nunca podrás controlar: la inspiración”, aseguró. Los asistentes a la ceremonia tuvieron la oportunidad de disfrutar de uno de los filmes más aclamados de Weir, ‘Master and Commander: The Far Side of the World’ (2003).
La entrega del León de Oro honorífico a Peter Weir no solo celebra su trayectoria, sino también su visión única sobre la creatividad y el arte del cine. En un mundo saturado de información, Weir nos recuerda la importancia de la imaginación y la reflexión. Su consejo de ejercitar la mente y buscar inspiración en lugares tranquilos resuena profundamente en una era dominada por la tecnología. La Mostra de Venecia, con su reconocimiento, reafirma el legado de un cineasta que ha sabido mantenerse fiel a su visión, marcando una distancia con el sistema del cine estadounidense y celebrando el poder de la narración.