En el vertiginoso mundo de la tecnología, donde la innovación parece no tener límites, OpenAI ha dado un paso adelante con el lanzamiento de Sora, su más reciente modelo de inteligencia artificial (IA) capaz de generar vídeos a partir de texto. Este avance, descrito por algunos como cercano a la magia, permite a los usuarios escribir lo que desean y verlo cobrar vida en vídeos de hasta un minuto de duración, incluyendo escenas complejas y múltiples personajes, animales o cosas. La noticia, anunciada por Damián García en Tecnología el 16 de febrero de 2024, no solo destaca la capacidad de Sora para crear contenido visual impresionante sino también plantea interrogantes sobre el futuro de la industria y el impacto en el mercado laboral.
OpenAI, bajo la dirección de Sam Altman, continúa liderando la carrera en el desarrollo de IA, con proyectos como ChatGPT-4 y la anticipada IA multimodal GPT-5. La empresa busca competir de tú a tú con otras iniciativas como Gemini, marcando el ritmo de una industria que transforma radicalmente la forma en que interactuamos con la tecnología. Sin embargo, esta evolución también suscita preocupaciones, ya que hasta el 60% de los puestos de trabajo del mundo podrían estar en riesgo debido a la automatización y la inteligencia artificial.
La presentación de Sora en el sitio web de OpenAI habla muy bien de este modelo, que aún está en desarrollo. La compañía se encuentra en una fase de enseñanza, buscando que la IA comprenda y simule el entorno físico en movimiento. A pesar de ser una herramienta en desarrollo y no accesible al público general, OpenAI ha compartido avances significativos, permitiendo a los primeros betatesters probarla y ofrecer comentarios para su mejora.
Las capacidades de Sora son notables. Puede generar vídeos manteniendo la calidad visual y siguiendo las indicaciones del usuario a través de texto. Esto incluye la creación de escenas complejas y la simulación de movimientos con un alto grado de detalle. Según OpenAI, “el modelo comprende no sólo lo que el usuario ha pedido, sino también cómo existen y funcionan esas cosas en el mundo real”, lo cual es, sin duda, impresionante.
No obstante, como todo producto en desarrollo, Sora tiene sus limitaciones. En ocasiones, el modelo enfrenta dificultades al simular físicas en escenas complejas o al interpretar causas y efectos de ciertos movimientos o acciones. Los ejemplos incluyen movimientos físicamente imposibles, duplicación o desaparición de sujetos, y velas que no se apagan al soplar. Estos desafíos subrayan la necesidad de mejoras continuas en el modelo.
La velocidad a la que OpenAI está trabajando para mejorar Sora es notable, y el futuro que la compañía busca adelantar es, a la vez, impresionante, interesante y potencialmente aterrador. La capacidad de generar contenido visual a partir de texto abre un abanico de posibilidades para creadores de contenido, educadores y profesionales de diversas industrias. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la autenticidad del contenido, la propiedad intelectual y el impacto en los trabajos creativos.
