La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha rectificado una información que había generado tensiones entre la organización y México. El 5 de junio, la OMS anunció la primera muerte en humanos por infección del virus de la influenza aviar A(H5N2). El caso involucraba a un hombre de 59 años del Estado de México, hospitalizado en la Ciudad de México. Aunque la OMS aclaró que la situación no representaba un cambio en el nivel de riesgo, las alarmas se encendieron en todo el mundo.
El Gobierno de México respondió rápidamente, calificando el comunicado de la OMS como “bastante malo”. El secretario de Salud, Jorge Alcocer, afirmó que la información no era “precisa”. Según un comunicado de la Secretaría de Salud de México, el paciente tenía antecedentes de enfermedad renal crónica, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial sistémica de larga evolución. La diabetes y la falla renal fueron las causas de la muerte, no la gripe aviar.
El comunicado de la Secretaría de Salud también aclaró que la muestra del paciente resultó positiva a influenza tipo A, pero no se identificó inicialmente el tipo específico de influenza. Durante una investigación epidemiológica exhaustiva, todas las muestras de los contactos identificados resultaron negativas. Este viernes, la OMS ha dado la razón a México. “Es importante indicar que la muerte fue multifactorial, no atribuible al virus H5N2”, aclaró el portavoz de la organización, Christian Lindmeier, en una rueda de prensa.
La mayoría de los casos reportados de gripe aviar en humanos se han producido tras un contacto cercano, prolongado y sin protección con aves infectadas o entornos contaminados. No existe evidencia de transmisión entre humanos. Aunque no hay una vacuna para prevenir la infección por este virus, se han desarrollado vacunas candidatas con fines de preparación para una pandemia.
La rectificación de la OMS es un recordatorio de la complejidad de las enfermedades infecciosas y la importancia de la precisión en la comunicación de riesgos. La gripe aviar, aunque preocupante, no es la causa de la muerte en este caso específico. La multifactorialidad de la muerte subraya la necesidad de considerar todos los factores de salud de un paciente antes de atribuir una causa específica.
La situación también pone de relieve la importancia de la cooperación internacional en la gestión de enfermedades infecciosas. La rápida respuesta del Gobierno de México y la posterior rectificación de la OMS muestran cómo la colaboración y la comunicación pueden corregir errores y evitar el pánico innecesario. La transparencia y la precisión son esenciales para mantener la confianza del público y garantizar una respuesta eficaz a las amenazas de salud pública.