El hallazgo de un rinoceronte lanudo momificado en la región de Oymyakon, al este de Siberia oriental, ha generado un gran interés en la comunidad científica. Este descubrimiento, realizado accidentalmente por mineros de oro, ha sido trasladado a la Universidad Federal del Noreste (NEFU) de Rusia para su estudio. La NEFU ha confirmado que el cuerno encontrado, junto con el cadáver momificado, pertenece a un rinoceronte lanudo, una especie extinta que vivió entre 2.5 millones y 10,000 años atrás.
El rector de la NEFU, Anatoly Nikolaev, destacó la importancia del hallazgo. Según Nikolaev, este descubrimiento permitirá profundizar en el conocimiento de la historia de la región, su fauna antigua, su clima y sus condiciones geológicas. Además, subrayó la importancia de la cooperación entre empresas y la ciencia, ya que la transferencia del hallazgo a la universidad es un ejemplo claro de cómo esta colaboración puede beneficiar a toda la región.
Hasta ahora, solo se habían encontrado cinco restos de rinocerontes lanudos con tejidos blandos. Por lo tanto, este nuevo hallazgo es de gran valor para la ciencia. La Universidad ha señalado que el cuerno encontrado es el posterior (frontal) y que pertenecía a un individuo sexualmente maduro. Sin embargo, la edad biológica exacta y el sexo del animal se determinarán tras un examen exhaustivo del cadáver.
Los rinocerontes lanudos eran animales grandes, con un tamaño comparable al de los rinocerontes actuales, como el rinoceronte blanco. Podían alcanzar hasta 4 metros de largo y 2 metros de altura en el hombro. Tenían un pelaje espeso y lanudo, adaptado a los fríos climas del último período glacial. Su piel estaba cubierta por una capa de pelo largo y espeso, que les ayudaba a mantenerse calientes en los ambientes helados. Habitaban las regiones frías del hemisferio norte, incluyendo partes de Europa, Asia y América del Norte. Su rango incluía zonas como la estepa de mamuts y las tundras glaciares.
Con el fin de la última edad de hielo, su área de distribución se redujo considerablemente. Finalmente, solo habitaron partes de Siberia, donde se encontraron estos restos y otros ya conocidos. La causa exacta de su extinción no está completamente clara, pero se cree que fue un proceso gradual asociado con el cambio climático y la desaparición de su hábitat durante el final del Pleistoceno.
El descubrimiento del rinoceronte lanudo es uno de los varios proyectos de la NEFU para aprender sobre la megafauna de la Edad de Hielo de Siberia. En junio de 2024, la Universidad realizó la autopsia de un lobo antiguo de más de 44 mil años. Anteriormente, se estudiaron los restos fósiles de un bisonte, un oso pardo, un potro y cachorros de un perro antiguo.
Este hallazgo no solo es una valiosa exhibición para el Museo del Mamut, sino también un recurso increíble para la investigación científica. La NEFU espera que el estudio de estos restos proporcione información valiosa sobre la vida y el entorno de los rinocerontes lanudos. Además, este descubrimiento podría ayudar a entender mejor los cambios climáticos y ambientales que ocurrieron al final del Pleistoceno y cómo estos afectaron a la megafauna de la época.
El hallazgo del rinoceronte lanudo en Oymyakon es un recordatorio de la riqueza histórica y científica que aún se esconde bajo el suelo de Siberia. La cooperación entre empresas mineras y la comunidad científica es crucial para desenterrar y preservar estos tesoros del pasado. La NEFU continuará sus investigaciones, con la esperanza de descubrir más sobre la vida en la Edad de Hielo y cómo los cambios climáticos afectaron a las especies que vivieron en esa época.
