En un giro inesperado que ha capturado la atención de aficionados y medios por igual, el equipo de fútbol Millonarios ha encontrado una solución creativa a un dilema que le ha causado preocupaciones durante semanas: el uso del estadio El Campín para su primer juego en la Copa Libertadores contra el equipo brasileño Flamengo. Este encuentro deportivo, altamente anticipado, se veía amenazado por un evento previamente programado en el mismo lugar, un concierto de la reconocida artista Karol G. Sin embargo, tras intensas negociaciones, se ha llegado a un acuerdo que permitirá a ambos eventos coexistir de manera inusual pero efectiva.
El club bogotano, a través de un comunicado oficial difundido en sus redes sociales, reveló que había entablado conversaciones con el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y los empresarios del concierto, logrando un consenso que permitirá al equipo usar el estadio para su crucial partido. La solución, aunque poco convencional, implica que Millonarios no podrá habilitar la tribuna sur del estadio y deberá jugar con el montaje del escenario del concierto aún presente en la cancha.
Este acuerdo no solo implicó la coordinación con el IDRD y los organizadores del concierto, sino que también requirió la aprobación de la Conmebol. Millonarios tuvo que asegurar los permisos necesarios para jugar con la estructura de la tarima en la zona sur del estadio, una situación que, aunque inusual, no es sin precedentes en el fútbol suramericano. La Conmebol, reconociendo situaciones similares en otros estadios de la región, otorgó su consentimiento para este arreglo.
La decisión de permitir que el partido se juegue bajo estas condiciones únicas tiene, como era de esperarse, implicaciones significativas en la disponibilidad de boletas. Con el montaje del escenario ocupando una porción considerable del estadio, más de 10 mil localidades serán inhabilitadas, afectando las tribunas lateral sur, occidental lateral alta y baja, y oriental sur alta y baja. Esta reducción en el número de asientos disponibles plantea un desafío adicional para el club, que aún debe anunciar cómo se manejará la venta de boletas y el tratamiento de los abonados en este contexto restringido.
La situación destaca la complejidad de organizar grandes eventos en espacios compartidos y la necesidad de soluciones creativas y cooperativas para satisfacer a todas las partes involucradas. La capacidad de Millonarios para negociar un acuerdo que permita tanto el fútbol de alto nivel como un concierto de una estrella internacional en el mismo estadio, aunque no simultáneamente, es un testimonio de la flexibilidad y el compromiso de los organizadores de eventos, las autoridades deportivas y los equipos para asegurar que el espectáculo continúe, sin importar los desafíos logísticos.
Este acuerdo sin precedentes no solo asegura que los aficionados al fútbol puedan disfrutar de un partido crucial de la Copa Libertadores, sino que también mantiene la programación cultural de la ciudad, permitiendo que el concierto de Karol G proceda como estaba planeado. Aunque todavía quedan detalles por resolver, como el sistema de boletería y el manejo de los abonados, el compromiso de Millonarios con sus aficionados y la experiencia en el estadio es claro. La solución encontrada subraya la importancia de la colaboración y la innovación en la gestión de eventos deportivos y culturales, asegurando que ambos puedan prosperar incluso frente a desafíos logísticos significativos.
