María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, ha denunciado un nuevo ataque contra ella y su equipo en Barquisimeto, estado de Lara. Según Machado, sus vehículos fueron vandalizados y la manguera de los frenos fue cortada. Además, agentes del régimen los siguieron desde Portuguesa y rodearon la urbanización donde se hospedaban. En un video, Machado afirmó: “La campaña de Maduro es la violencia y es responsable de cualquier daño a nuestra integridad física”.
Este incidente se suma a una serie de eventos que han incrementado la tensión en Venezuela. El pasado domingo, la oposición denunció una “escalada en la represión” por parte del chavismo. A dos semanas de la elección presidencial del 28 de julio, al menos nueve personas fueron detenidas en cuatro estados del país. El equipo de campaña informó que otros 14 ya estaban detenidos por los servicios de inteligencia y seis más se encuentran refugiados en la embajada argentina en Caracas.
El miércoles, Machado también denunció el arresto de su jefe de seguridad, Milciades Ávila, un expolicía que ha trabajado con ella durante 10 años. “Fue secuestrado por el régimen acusado de violencia de género”, escribió Machado en la red social X. Añadió: “Hago un alerta al mundo sobre la escalada de represión de (el presidente Nicolás) Maduro contra quienes trabajan en la campaña o nos ayudan en cualquier parte del país”.
Las autoridades aún no se han pronunciado sobre este caso. Según Machado, el arresto de Ávila está relacionado con un altercado en una venta de sándwiches en La Victoria, cuando regresaban de un mitin de campaña. Un grupo de mujeres militantes del chavismo buscaba increpar a Machado y su equipo, según videos difundidos en redes sociales. El alcalde de esa ciudad luego condecoró a las mujeres y clausuró el local, como ha ocurrido con otros establecimientos que han servido a la dirigente opositora.
Machado calificó este acto como una “provocación planificada” para dejarlos sin protección a 11 días de las elecciones. “Maduro ha hecho de la violencia y la represión, su campaña”, añadió.
La ONG Foro Penal, dedicada a la defensa de presos políticos, informó el martes que contabilizan 102 arrestos vinculados a la campaña de la oposición. “Esto refleja un claro patrón de actuación contra activistas, militantes o incluso colaboradores, personas que prestan sus servicios a esta opción política”, señaló su director, Gonzalo Himiob.
La situación en Venezuela es cada vez más tensa. La represión y la violencia parecen ser las herramientas del régimen para mantener el control. La comunidad internacional observa con preocupación estos eventos, que ponen en riesgo la integridad física y los derechos humanos de los opositores.
La denuncia de Machado no es un hecho aislado. Forma parte de un contexto más amplio de represión y violencia política en Venezuela. La detención de militantes y colaboradores de la oposición es una estrategia para intimidar y desmovilizar a quienes se oponen al régimen de Maduro.
La represión no solo afecta a los líderes opositores, sino también a sus seguidores y colaboradores. La detención de Milciades Ávila es un ejemplo de cómo el régimen utiliza acusaciones falsas para justificar la persecución de opositores. La acusación de violencia de género contra Ávila parece ser una excusa para neutralizar a un miembro clave del equipo de seguridad de Machado.
La clausura de locales que han servido a la oposición es otra táctica para dificultar la campaña de Machado. Estos actos de hostigamiento buscan crear un ambiente de miedo e inseguridad, desalentando la participación política y la movilización de la oposición.
La comunidad internacional debe prestar atención a estos eventos y condenar la represión en Venezuela. La presión internacional puede ser un factor importante para frenar la violencia y garantizar elecciones libres y justas. La situación en Venezuela es crítica y requiere una respuesta contundente de la comunidad internacional.
La denuncia de Machado es un llamado de atención sobre la grave situación de derechos humanos en Venezuela. La represión y la violencia no deben ser toleradas en ninguna sociedad. Es fundamental que la comunidad internacional actúe para proteger a los opositores y garantizar un proceso electoral justo y transparente.
