Desde el corazón de la música colombiana, la noticia de la hospitalización de Lisandro Meza Márquez, conocido cariñosamente como El macho de América, ha resonado con preocupación y esperanza entre sus seguidores. Este ícono de la cumbia y el vallenato, con una trayectoria que se extiende por más de medio siglo, se encuentra en una lucha por su salud que ha capturado la atención de toda una nación y más allá de sus fronteras.
El pasado 6 de diciembre, el maestro Meza fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Concepción en Sincelejo. Su llegada al centro médico fue bajo circunstancias alarmantes, requiriendo una intervención médica inmediata para estabilizar su condición. La doctora Ninel Barrios Torres, coordinadora de la UCI, comunicó a Pulzo que, a pesar de los esfuerzos por estabilizarlo, el pronóstico del artista permanece reservado y su estado de salud es crítico, aunque se han observado signos de mejoría.
La preocupación de los fans se intensificó al conocerse la gravedad de la situación. Sin embargo, la familia de Meza ha proporcionado un rayo de esperanza. Lisandro ‘Chane’ Meza, hijo del cantante, reveló en Blu Radio que la causa de la hospitalización de su padre fue una descompensación hemodinámica, descartando rumores de una isquemia cerebral. A pesar de la gravedad, el hijo del artista compartió que ha habido una evolución positiva en la salud de su padre, gracias, en parte, a las oraciones y buenos deseos de sus admiradores.
‘Chane’ Meza también señaló que, aunque su padre no ha estado totalmente consciente, sus órganos han respondido al tratamiento y se muestra optimista ante la situación. Este optimismo se ve reflejado en la comunidad de seguidores que han acompañado a Lisandro Meza a lo largo de su carrera, manteniendo viva la esperanza de su recuperación.
La vida de Lisandro Meza, nacido el 26 de septiembre de 1937, es un testimonio de la riqueza cultural de Colombia. Con más de 110 discos en su haber, Meza ha explorado y popularizado géneros como la cumbia, el porro, el paseo y el vallenato. Su música no solo ha marcado el ritmo de innumerables fiestas y celebraciones, sino que también ha sido un vehículo para la expresión de la identidad colombiana. A lo largo de los años, ha sido honrado con títulos como ‘El Rey de la Cumbia’, ‘El Rey Sabanero del Acordeón’, ‘El Sabanero Mayor’ y ‘El Sabanero del Acordeón’, cada uno reflejando el amor y la admiración que el público siente por él.
La situación de Lisandro Meza es un recordatorio de la fragilidad de la vida y del impacto que un artista puede tener en la vida de las personas. Mientras la nación y los aficionados de la música tropical de todo el mundo esperan ansiosos por buenas noticias, la figura de Meza se erige como un símbolo de la alegría y la resiliencia del espíritu colombiano. Su legado musical y su lucha actual son un testimonio de la pasión que ha caracterizado su vida y carrera, una pasión que ha encendido el corazón de millones y que, sin duda, seguirá resonando con fuerza, independientemente del desenlace de esta difícil etapa.
