El jueves pasado, los Lakers de Los Ángeles lograron una victoria crucial contra los Suns de Phoenix, con un marcador final de 100-95. Esta victoria fue posible gracias a la destacada actuación de dos de sus jugadores estrella, Anthony Davis y LeBron James. Davis sumó 30 puntos y 13 rebotes, mientras que James anotó 10 de sus 21 unidades en el último periodo, jugando de principio a fin.
El partido fue particularmente notable para James, ya que fue su primer partido como local en esta temporada, su 21ra en la NBA. A pesar de un comienzo difícil, con los Lakers enfrentando un déficit de 12 puntos al inicio del cuarto periodo, James logró encender el ataque de su equipo y rompió el empate con una bandeja con 1:11 minutos restantes. Esta jugada fue crucial para la remontada de los Lakers, quienes lograron su primera victoria de la campaña naciente.
Por otro lado, los Suns de Phoenix tuvieron una actuación destacada de Kevin Durant, quien contabilizó 39 puntos y 11 rebotes. Sin embargo, el equipo jugó sin los astros lesionados Devin Booker y Bradley Beal, lo que sin duda afectó su rendimiento. A pesar de tener una ventaja de 84-72 al inicio del cuarto periodo, los Suns fallaron 13 de sus 14 disparos siguientes y perdieron 10 balones en los 10 minutos posteriores.
Durant logró empatar a 91 con 1:28 minutos por disputar, al encestar en dos posesiones seguidas. Con esta actuación, rebasó a Hakeem Olajuwon en el duodécimo sitio de los mejores anotadores en la historia de la NBA. Sin embargo, James respondió con dos bandejas, una antes y otra después de un triple que erró Durant.
En los últimos segundos del partido, Austin Reaves y Davis atinaron tiros libres, sellando así la victoria para los Lakers. Este partido demostró la capacidad de los Lakers para remontar en situaciones difíciles, y la importancia de tener jugadores estrella como Davis y James, capaces de cambiar el rumbo de un partido.
