El viernes 27 de octubre de 2023, en Los Ángeles, se capturó una imagen que encapsula la confluencia de memoria y arte: Gustavo Zerbino, sobreviviente del accidente aéreo de los Andes de 1972, junto al director J. A. Bayona, el escritor Pablo Vierci y el actor Enzo Vogrincic. Esta fotografía precede al lanzamiento de “La sociedad de la nieve”, una película que promete una nueva visión del suceso que marcó a Zerbino y a sus compañeros de equipo de rugby hace más de cinco décadas. La cinta, que se estrena en Netflix en Estados Unidos y Latinoamérica, ha sido descrita por Zerbino como una experiencia visceral, comparándola con ser sumergido “en agua hirviendo”, una analogía que refleja la intensidad con la que la película recrea los más de 70 días de supervivencia en las montañas nevadas de los Andes.
La obra de Bayona, basada en el libro homónimo de Vierci, no es la primera en abordar la tragedia, pero sí se distingue por su enfoque. La historia ha sido contada en múltiples formatos, desde la serie “Seinfeld” hasta la película “Alive” de 1993, pasando por documentales y obras de teatro, e incluso inspirando la serie “Yellowjackets” de Showtime. Sin embargo, Zerbino señala que siempre sintió que faltaba algo en estas representaciones, algo que, según él, “La sociedad de la nieve” ha logrado capturar.
Bayona, conocido por películas como “Jurassic World: El reino caído” y “Un monstruo viene a verme”, ha buscado con esta película no solo dirigir una interpretación dramática de los hechos, sino también rendir homenaje a los sobrevivientes y víctimas del accidente, así como a su cultura uruguaya. El director ha enfatizado la conexión entre los vivos y los muertos, incluyendo un tributo en pantalla a quienes perecieron, lo que, según Zerbino, ha resultado en una obra que captura la realidad de manera sorprendente y conmovedora.
La narrativa de la película, que ha sido nominada al Globo de Oro, es llevada a cabo por el personaje de Numa Turcatti, interpretado por Vogrincic, quien murió poco antes del rescate. Esta decisión narrativa, apoyada por Vierci, refleja el deseo de contar la historia desde la perspectiva de los fallecidos, otorgando una dimensión simbólica y emblemática a la narración. Vierci destaca cómo la historia, aunque pequeña en escala, es profundamente humana y simbólica, revelando cómo los jóvenes sobrevivientes construyeron una sociedad basada en la compasión y la misericordia.
Bayona ha integrado la cultura uruguaya en la película, entrelazando música de candombe en momentos de alta tensión y utilizando la canción favorita de Turcatti de una banda uruguaya en una de las escenas más alegres. Este enfoque cultural se extiende a la inclusión de sobrevivientes reales en el elenco, como Carlitos Páez, quien interpreta a su propio padre en la cinta. Además, el director ha llevado a su elenco a experimentar condiciones similares a las vividas por los sobrevivientes, incluyendo un programa de pérdida de peso supervisado y la filmación en condiciones heladas para capturar la esencia de la avalancha.
La película ha sido preseleccionada para la categoría de mejor largometraje internacional en los Premios de la Academia 2024, lo que habla de su impacto y calidad. Vogrincic, al hablar sobre su participación en el proyecto, refleja un sentimiento de orgullo nacional y humano, reconociendo la magnitud de la historia que trasciende lo local para convertirse en un relato universal.
La proyección de “La sociedad de la nieve” ha sido un evento significativo para los supervivientes y familiares de las víctimas, quienes, según Zerbino, se reconciliaron con la historia a través de esta nueva representación. La película ha sido recibida con ovaciones, y para muchos de los familiares, ha sido la primera vez que se involucraron en el recuento de los hechos, evitando previamente otras representaciones para no revivir el dolor.
La misión de Zerbino y los demás supervivientes, de preservar el legado de aquellos que sacrificaron sus vidas para salvar a sus amigos, se ve defendida en la película de Bayona. Zerbino afirma que, aunque ha regresado a este mundo, sigue viviendo según los principios de “la sociedad de la nieve”, donde el amor, la amistad y la solidaridad son las normas predominantes. Esta declaración resuena como un testimonio del poder transformador de la experiencia vivida y de cómo la película ha logrado capturar la esencia de esa transformación.
En resumen, “La sociedad de la nieve” es más que una película; es un acto de memoria y homenaje que busca preservar la historia de aquellos que enfrentaron lo inimaginable y encontraron en la adversidad la fuerza para construir una comunidad basada en los valores más profundos de la humanidad. La película se erige como un monumento a la resiliencia y al espíritu humano, un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más extremas, la compasión y la solidaridad pueden florecer.
