Ray Páez, padre del joven futbolista Kendry Páez, compartió recientemente sus pensamientos sobre la meteórica ascensión de su hijo en el mundo del fútbol. Kendry, con tan solo 16 años, ha logrado un hito impresionante: ganarse un lugar en la selección absoluta de Ecuador. Este logro es aún más notable considerando que Kendry marcó su primer gol en el último partido contra Bolivia.
Ray Páez expresó su asombro y gratitud por el éxito de su hijo. En sus palabras, nunca imaginó que todo esto sucedería tan rápido. La emoción que sintió al ver a Kendry marcar su primer gol fue, sin duda, un momento de orgullo y alegría para él. Además, agradeció a Marcelo Moreno Martins, delantero boliviano y compañero de equipo de Kendry en Independiente del Valle, por su gesto de felicitación al final del partido.
El padre de Kendry también quiso agradecer a todas las personas que han apoyado a su hijo en su carrera. Destacó que Kendry ha debutado en primera división, ha participado en el Sudamericano sub-17 y en el Mundial sub-20, y ha marcado su primer gol en la selección absoluta, todo a los 16 años. Estos logros son un testimonio del talento y la dedicación de Kendry, así como del apoyo que ha recibido de su familia, entrenadores y compañeros de equipo.
La historia de Kendry Páez es un ejemplo inspirador para jóvenes futbolistas en todo el mundo. A pesar de su corta edad, ha demostrado una habilidad y madurez excepcionales en el campo de juego. Su rápido ascenso en el fútbol es un recordatorio de que, con talento, trabajo duro y el apoyo adecuado, los jóvenes pueden alcanzar grandes alturas en el deporte.
El éxito de Kendry también es un reflejo del creciente talento en el fútbol ecuatoriano. Su inclusión en la selección absoluta de Ecuador a tan temprana edad es un indicativo de la confianza que los entrenadores tienen en su habilidad. Además, su primer gol en la selección absoluta es un hito importante tanto para él como para el fútbol ecuatoriano.
El gesto de Marcelo Moreno Martins, felicitando a Kendry después de su primer gol, también es digno de mención. Este gesto demuestra el espíritu de camaradería y respeto que existe entre los futbolistas, independientemente de su nacionalidad o equipo. Es un recordatorio de que, a pesar de la competencia en el campo, el fútbol es un deporte que une a las personas.